San Francisco – Nacido en Estados Unidos de padres salvadoreños, la vida del escritor y periodista Roberto Lovato se ha tejido a medio camino entre los dos países, una relación siempre marcada por episodios de violencia y que ahora ve cómo se repite en su país natal: «EE. UU. se está salvadoreñizando», según explica a Efe.
Lovato habló en una entrevista tras la reciente publicación de su más reciente libro, «Unforgetting», en que narra su historia personal tanto en la guerra civil de El Salvador como entre las pandillas de Los Ángeles, y explica cómo la política exterior estadounidense ha influido decisivamente en el último medio siglo de la historia del país centroamericano.
Pregunta: ¿Qué es lo que le llevó a escribir “Unforgetting”?
Respuesta: Caí en la cuenta de que podía contar una historia de dimensiones épicas, pero a la vez muy íntima. En treinta años, he visto guerra, fosas comunes, escuadrones de la muerte… y también me han perseguido, participé en la guerra, vi la violencia gubernamental y la de las pandillas. He visto la resistencia del pueblo salvadoreño, la tragedia y también lo sublime de esa lucha.
P: ¿Cree que esta resistencia se conoce lo suficiente?
R: No, por eso escribí el libro. Es algo que se oculta tras la imagen de los pandilleros y de las madres e hijos en prisiones de refugiados en EE. UU., que son las que predominan en los medios. Es un estereotipo. Yo soy salvadoreño nacido en San Francisco, en EEUU, y mi perspectiva es la de alguien estadounidense, pero me comprometí con esa lucha en El Salvador y la conozco bien.
La imagen que prevalece de los salvadoreños es la del pobre refugiado que es una víctima. Eso es algo totalmente ridículo para quien conozca la historia de la lucha salvadoreña, por ejemplo, durante la guerra.
P: ¿Qué papel ha desempeñado EE. UU. en esa lucha?
R: El Salvador ha sido en su historia moderna uno de los países más consistentemente violentos del mundo, y yo soy muy crítico con EE. UU.
Desde 1991, cuando vi las barbaridades que el Pentágono había causado en El Salvador, dejé de hacerme llamar lo que aquí se conoce como “American”.
Eso sí, en El Salvador hay neofascistas que se identifican con Donald Trump y el actual presidente, Nayib Bukele, se ha entregado incondicionalmente a Trump. Eso es una desgracia de proporciones titánicas para un pueblo que no se lo merece.
P: ¿Qué quiere decir?
R: Donald Trump es un producto estadounidense, no es una figura espontánea, sino una expresión orgánica de EE. UU., un país en el que el fascismo no es nuevo y la historia de El Salvador, donde el Pentágono ha contribuido a que se perpetrasen masacres contra civiles, es el mejor ejemplo.
Yo he visto en persona los huesos de los niños, mujeres y ancianos masacrados por batallones que habían sido entrenados por el Pentágono.
Jimmy Carter, Ronald Reagan y George H. W. Bush fueron responsables, igual que Barack Obama y Donald Trump lo fueron con el encierro de migrantes en jaulas. Yo no busco quedar bien ni con los demócratas ni con los republicanos.
P: ¿Cómo ve la situación que vive EE. UU. actualmente?
R: EE. UU. se está salvadoreñizando. Cuando ocurre algo como lo de Portland (Oregón), en que hombres fuertemente armados se presentan y secuestran a quienes están protestando la violencia policial, me recuerda a cuando a mí me perseguían escuadrones de la muerte tanto en El Salvador como en Los Ángeles. A la vez, aquí también hay una estructura de lucha contra estas tendencias fascistas.
P: ¿Por qué este título para su libro, “Unforgetting”?
R: “Unforgetting” o desolvidar viene del griego y significa no olvidar, que es algo distinto a recordar. Recordar es traer algo del pasado al presente, no olvidar, en el sentido de los griegos, implica un viaje al inframundo y no cruzar el río del olvido. El fascismo se beneficia del olvido. Escogí el nombre exactamente con esta intención, la intención de que no se olvide lo que es inconveniente para los poderosos. Yo en mi libro trato de desolvidar lo bello, lo sublime de esta lucha violenta y trágica.
P: Ahora mismo, «Unforgetting» sólo está disponible en inglés. ¿Lleva idea de publicar el libro en español?
R: Por el momento, lastimosamente, sólo está en inglés. A la primera oportunidad que tenga, lo publicaré en español. La editorial está esperando primero a ver cómo se vende en inglés.