Washington, EE.UU.- Un policía del Capitolio de Estados Unidos fue acusado este viernes de obstrucción a la Justicia en relación con el asalto al Congreso del pasado 6 de enero por parte de una turba de seguidores radicales del expresidente Donald Trump (2017-2021).
El agente Michael A. Riley es el primer policía que estaba trabajando en la seguridad del Capitolio el 6 de enero que es acusado de intentar presuntamente ayudar a uno de los responsables del asalto.
Riley, de 50 años, fue arrestado este viernes y apareció en una audiencia judicial por videoconferencia desde la celda donde se encuentra, de la que será liberado próximamente mientras espera su juicio.
El agente se enfrenta a un máximo de 20 años de cárcel por dos cargos de obstrucción a la Justicia, según el diario The Washington Post.
Riley no se encontraba dentro del Capitolio en el momento del asalto, pero sí que estaba de guardia en los alrededores del edificio.
La fiscalía sostiene que el 7 de enero el policía envió un mensaje privado por Facebook a una persona que había publicado en esa red social vídeos y selfis sobre su participación en el asalto.
Aunque Riley no le conocía personalmente, ambos se habían hecho «amigos» en esa red social debido a su afinidad común por la pesca, y el policía le escribió para aconsejarle que retirara esas imágenes que le incriminaban como participante en el asalto.
«Soy un agente de la Policía del Capitolio que está de acuerdo con tus ideas políticas. Elimina la parte (de tus publicaciones que demuestra) que estabas en el edificio. Ahora mismo están investigando y van a acusar a todo el mundo que estuvo en el edificio. ¡Solo un consejo!», escribió Riley, de acuerdo con el documento de acusación.
Ambos siguieron escribiéndose hasta que la otra persona, a la que la acusación no identifica, le dijo que le preocupaba que fueran a presentar cargos contra él y Riley le pidió que le llamara por teléfono. Los dos hablaron durante 23 minutos.
El 19 de enero, ese hombre fue detenido y entrevistado por el FBI, y después le escribió a Riley para avisarle de que los agentes federales le habían preguntado por sus conversaciones con el policía y que se habían «descargado todo» lo que había en su teléfono celular.
Riley respondió que no pasaba «nada» y procedió a borrar todos los mensajes de sus conversaciones con ese hombre, según la acusación.
En septiembre, la Policía del Capitolio anunció que había recomendado tomar medidas disciplinarias contra seis agentes por su conducta durante el asalto al Congreso, pero no está claro si Riley se encuentra entre ellos.
La respuesta policial al asalto al Capitolio generó críticas, sobre todo después de que se difundieran vídeos que mostraban a algunos agentes aparentemente retirando barreras de protección alrededor del edificio y tomándose fotos con miembros de la turba.
Otros policías han sido alabados por su heroísmo, y siete de los que fueron agredidos ese día demandaron en agosto a Trump, al que acusaron de haber incitado a la violencia con sus declaraciones infundadas sobre fraude electoral.
Las autoridades estiman que, el 6 de enero, unas 10.000 personas marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria del ahora presidente estadounidense, Joe Biden.
Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por manifestantes partidarios de Trump.
Hasta ahora, más de 550 personas han sido imputadas por cargos relacionados con el asalto, incluidas 165 personas acusadas de delitos de agresión a la autoridad.