A juzgar por el último informe sobre empleo, divulgado por el Departamento de Trabajo después de la elección, la economía estadounidense está recuperándose de la profunda caída causada por el choque pandémico en marzo y abril. En octubre fueron creados 638,000 nuevos empleos, un poco menos que 672,000 en septiembre, mientras que la tasa de desempleo disminuyó a 6.9 por ciento, desde 7.9 por ciento.
Sin embargo, hay vientos en contra indicando que hacia la inauguración del presidente electo Joseph Biden, en enero, continuará la desaceleración de la recuperación económica. De hecho, desde junio, la creación de empleo ha venido declinando, mientras sigue desempleada la mitad de los 22 millones de trabajadores que perdieron su empleo en marzo y abril.
Los expertos han advertido que, con el número de infecciones en ascenso, el clima frío y las festividades pueden requerir cierres de empresas y de actividades, conduciendo a pérdidas de empleo en varios sectores, tales como el entretenimiento, la hospitalidad y el comercio al menudeo. Estos sectores son los que emplean muchos trabajadores que devengan salarios bajos, quienes resultan más severamente perjudicados por la recesión causada por la pandemia.
Por ende, persistía la expectativa que el Congreso y la Casa Blanca para que todavía pudiera llegar, este año, a un acuerdo sobre la aprobación de otro paquete de alivio, para fortalecer las medidas sanitarias y amortiguar algo la pérdida de ingreso de los más vulnerables. Como lo reconoció la Reserva Federal, “el rumbo de la economía dependerá significativamente del curso del virus.” https://www.federalreserve.gov/newsevents/pressreleases/monetary20201105a.htm