La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, intentó este lunes movilizar el voto latino de cara a las elecciones de 2024 con un discurso centrado en las medidas económicas que ha tomado su Gobierno para crear empleo, ayudar a los pequeños negocios y bajar los precios de los medicamentos.
Harris intervino ante la conferencia anual de UnidosUS, una organización que defiende los derechos civiles de la comunidad hispana y que este año se dio cita en Chicago.
«Piensen en todo el trabajo que hemos hecho juntos y lo que ha significado para tanta gente en los últimos dos años y medio. Antes de que asumiéramos el cargo, muchos recordarán que los pequeños negocios lo estaban pasando mal. Las fábricas estaban cerrando a lo largo de nuestra nación», empezó Harris.
Sin embargo, siguió Harris, con la llegada del presidente de EE. UU., Joe Biden, a la Casa Blanca en enero de 2021, se han creado 13 millones de empleos, de los que 800.000 están en el sector de la manufactura, y el desempleo entre latinos está en su mínimo histórico.
Específicamente, la tasa de desempleo para los latinos se sitúo en el 4,3% en junio, según el Departamento de Trabajo.
Aparte de hablar de economía, Harris hizo mención a la necesidad del Congreso de EE. UU. de aprobar una reforma migratoria que regularice a los millones de migrantes indocumentados que viven en Estados.
Especialmente bien recibida entre el público fue la mención que hizo Harris a los migrantes que trabajan en el campo, a los «soñadores» que llegaron a EE. UU. de niños de manera irregular y a los beneficiarios del llamado Estatus de Protección Temporal (TPS) que el Gobierno otorga a los nacionales de países en conflicto.
«¡El Congreso debe crear un camino a la ciudadanía para los soñadores, aquellos que tienen Estatus de Protección Temporal y para los trabajadores del campo!», clamó Harris mientras la audiencia estallaba en aplausos.
Peor recibidas fueron las palabras de Harris sobre el aborto y el fallo que emitió hace un año el Tribunal Supremo de EE. UU. para acabar con las protecciones federales a ese derecho, permitiendo que cada estado fije sus propias reglas sobre cuándo y cómo puede interrumpirse el embarazo.
Cuando Harris abogó por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, hubo varias mesas que no aplaudieron.
Según datos del centro Pew, los hispanos en Estados Unidos tienen visiones más conservadoras sobre el aborto que la medida nacional.
Específicamente, una mayoría (57%) considera que el aborto debería ser legal en todos los casos, un porcentaje menor que la media nacional del 62%. Además, cuatro de cada diez hispanos consideran que ese procedimiento debería ser ilegal en todos los casos.
La economía, sin embargo, el tema en el que más se centró Harris es uno de los temas a los que más importancia dan los votantes hispanos, sin importar si son demócratas o republicanos, de acuerdo al centro Pew.