Casi tres cuartas partes (71 %) de los condados rurales de Estados Unidos podrían revertir la merma de población en edad laboral que han tenido por dos décadas si dieran la bienvenida a 100 o 200 inmigrantes por año durante los próximos 17 años, según un informe de la organización bipartidista FWD.us difundido este martes.
“Pese a la polarización y el atasco en torno a las leyes de inmigración, las comunidades que bregan en áreas rurales podrían experimentar una bonanza económica con un incremento marginal de los niveles de inmigración”, dijo Phillip Connor, demógrafo principal de FWD.us.
El informe, titulado “La inmigración revierte la disminución de la población rural”, señala que el 62 % de los condados rurales del país podrían experimentar un incremento en la población de edad laboral en 2040 en comparación con 2020, con el asentamiento de apenas 100 nuevos inmigrantes cada año.
“Este porcentaje aumenta a casi 71 % de los condados si se les diese la bienvenida a 200 nuevos inmigrantes cada año”, agregó.
Los inmigrantes y un sistema de inmigración modernizado presentan “una gran oportunidad para el Estados Unidos rural”, afirmó Todd Schulte, presidente de FWD.us.
“Estas conclusiones deberían servir como un llamado a la acción para localidades que buscan respuestas a la espiral demográfica descendente que causa una hemorragia de gente, empleos y talentos en muchas comunidades”, abundó.
El informe indica que “los condados rurales encaran crecientes desafíos demográficos en los próximos años”, añadiendo que “más del 77 % de los condados rurales tienen ahora menos personas en edad de trabajo, de 15 a 64 años, que hace 20 años”.
Según FWD.us, varias comunidades rurales han lidiado con esos desafíos recurriendo a la aceptación de inmigrantes.
El informe ilustró sus conclusiones con el ejemplo del condado de Franklin, en Alabama, y del condado de Sioux, en Iowa.
“Los nuevos estadounidenses están listos para ocupar empleos, acrecentar los negocios locales, revitalizar nuestros templos y escuelas”, sostuvo el informe.
“Al hacerlo, las poblaciones ya existentes en estos condados rurales también mejorarán su nivel de vida, con acceso a mejor cuidado de la salud, más negocios y una base impositiva que pueda invertir en infraestructura y servicios”, acotó.