El jefe de la misión STS-130, George Zamka (d), el piloto Terri Virts y los especialistas de Misión Steve Robinson y Bob Behnken posan para una foto dentro del tanque de escape M-113 en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos. EFE/Gary I Rothstein/Archivo

Miami, (EFE ).- La NASA y la compañía aeroespacial SpaceX dieron luz verde para que los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley inicien el retorno a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (EEI) aunque «se mantienen atentos a las condiciones meteorológicas» por el huracán Isaías.

«Como todos los demás en el equipo de la NASA y SpaceX esperamos con ansias el pronóstico del tiempo que saldrá a diario en este momento e incluso se volverán más frecuentes a medida que nos acerquemos al aterrizaje», dijo Behnken en una rueda de prensa desde la EEI.

Los astronautas que despegaron desde Cabo Cañaveral (Florida) el pasado 30 de mayo y después de dos meses volverán a la Tierra finalizando así la misión Demo-2, con la que se certificará la capacidad de SpaceX, la compañía de Elon Musk, para realizar viajes espaciales comerciales.

El transbordador «Crew Dragon Endevour» se desacoplará de la EEI este sábado a las 19.34 (23.34 GMT) y pondrá rumbo a la Tierra para aterrizar frente a la costa de Florida al día siguiente.

Debido al huracán Isaías, que posiblemente gane en intensidad y alcance la categoría 2, se están evaluando diferentes puntos para que se produzca el aterrizaje en el mar tanto frente a la costa atlántica de Florida como a la del golfo de México.

Behnken aseguró que, aunque están deseando volver a casa, «no sería un gran problema si se pospusiese el viaje» dadas las condiciones del clima, ya que podrían continuar trabajando en la EEI pero que confía «en el trabajo que está haciendo el equipo desde abajo».

«Confiamos en que los equipos sobre el terreno están observando eso mucho más de cerca que nosotros y no dejaremos la estación espacial sin que haya buenas oportunidades de aterrizaje y buenas condiciones climáticas frente a nosotros», añadió el astronauta.

Hurley coincidió y señaló que de no producirse las condiciones necesarias «el viaje se pospondría a otro día» sin especificar la fecha exacta, pero que dadas las características «impredecibles» de los sistemas tropicales «no se puede hacer nada».

«Agosto y septiembre son meses duros para lidiar con los huracanes porque se suele producir un pico y 2020 parece que será un año muy activo. Lo que más nos interesa saber es el tiempo, pero al ser un sistema tropical y pese a toda la tecnología de la que disponemos siguen siendo fenómenos muy impredecibles», indicó Hurley.

En 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de 6.800 millones de dólares para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en 2011.

Si todo sale según lo previsto SpaceX, habrá completado con éxito los viajes espaciales comerciales, unos sistemas que, una vez certificados por la NASA, se utilizarán en las misiones futuras con las que agencia pretende volver a poner el pie en la Luna o llegar hasta Marte.

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