La enfermedad COVID-19 provocada por un nuevo coronavirus denominado SARS-CoV-2, y que ya ha causado más de 604.000 muertes en Estados Unidos, tuvo un impacto también en las relaciones familiares y en la violencia doméstica, según una encuesta de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), publicada el 1 de Julio del 2021.
En noviembre de 2020 y en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la academia encuestó a 3.000 padres, madres y cuidadores de menores de 18 años. Los hispanos fueron el 23 % de las personas que respondieron a la encuesta.
Este sondeo fue uno de tres que incluirán a 9.000 padres, madres y cuidadores y que se llevarán a cabo en períodos de siete meses para observar el impacto de la pandemia en la vida familiar, las experiencias infantiles, tanto las adversas como las positivas.
«Este último año ha sido extraordinariamente estresante para las familias y el manejo de los factores estresantes ha sido un reto para tanta gente», señaló la presidenta de AAP, Lee Savio Beers.
«Sabemos que la violencia íntima en las parejas es devastadora para la persona abusada y que también afecta de manera adversa a cualquier menor que haya en la casa y sea testigo», añadió. «Y en las familias donde los niños reciben castigo físico es probable que uno de los parientes o la niñera también experimente violencia».
Una de cada cinco personas que respondieron a la encuesta informó que había experimentado violencia de pareja, incluido un 11 % que dio cuenta de violencia física. Tanto hombres como mujeres dieron cuenta de violencia de pareja.
Además, el 61 % de los padres y madres que castigaron físicamente a sus hijos también experimentó violencia de pareja, comparado con el 13 % de los que no golpean a sus niños.
AAP recomendó que los médicos, enfermeras y otro personal del cuidado de la salud pregunten a los pacientes, hombres y mujeres, acerca de la violencia en el contexto privado, que afecten a los niños, los miembros de la familia y las amistades.