A pesar de las ayudas públicas, la pandemia de la COVID-19 causó graves problemas financieros a más del 50 % de los hogares de latinos, negros e indígenas, comparado con el 29 % de los blancos, según un estudio divulgado esta semana. La encuesta la realizaron la cadena de radio pública NPR, la Fundación Robert Wood Foundation y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Robert Blendon, profesor de política de salud en Harvard, dijo que a pesar de los miles de millones de dólares distribuidos en asistencia por parte de la Administración Federal y los gobiernos de los estados «lo que tenemos es un montón de gente que sigue a un paso del naufragio financiero». A nivel nacional el 38 % de los hogares dan cuenta de serios problemas financieros en meses recientes, pero este dato incluye una «diferencia aguda» entre los hogares según su ingreso anual.
El 18 % de los hogares con ingreso anual por encima de los 50.000 dólares dio cuenta de problemas financieros, comparado con el 59 % de los hogares con ingresos por debajo de esa cantidad.
«Estos graves problemas financieros se citan a pesar de que el 67 % de los hogares da cuenta de haber recibido en meses recientes asistencia financiera del gobierno», añadió el informe.
Entre todos los hogares encuestados, el 22 % dio cuenta de problemas graves para pagar las tarjetas de crédito o los préstamos; el 17 % notó problemas para pagar por el cuidado médico; el 16 % tuvo dificultades para pagar los servicios como gas, electricidad y agua y el 14 % sufrió para pagar la renta o la hipoteca de sus viviendas.
Y a ello hay que sumar que la crisis coincidió en un período en el cual, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), han aumentado los «crímenes de odio» de los cuales son víctimas las minorías raciales o étnicas.
Eso se refleja en el informe, que apunta a un aumento del temor entre esos grupos.
El 25 % de los hogares asiáticos dio cuenta de temor por ataques o amenazas, comparado con el 22 % de los indígenas norteamericanos, el 21 % de los hogares negros, el 8 % de los hogares latinos y el 7 % de los hogares de blancos.