Un asistente disfrazado del expresidente estadounidense Abraham Lincoln se registra durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Maryland (Estados Unidos). (Foto: EFE/ Erik S. Lesser)

Los conservadores en Estados Unidos son menos capaces que los liberales de distinguir las verdades de las falsedades en política, principalmente debido a un exceso de información errónea por parte de la derecha, según un estudio publicado en la revista especializada Science Advances.

Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (OSU, en sus siglas en inglés) concluyó que si bien los dos lados del espectro político tienden a creer afirmaciones que promueven sus puntos de vista, los conservadores aceptan con más ímpetu las mentiras y rechazan las verdades.

El análisis, que se llevó a cabo durante seis meses, determinó que esto sucede «porque hay mucha más desinformación que apoya las posiciones conservadoras», según la autora principal del estudio, Kelly Garrett, profesora de comunicación de la OSU.

El grupo liderado por Garrett llegó a estas conclusiones tras analizar los resultados de una encuesta en línea en la que participaron 1.204 adultos estadounidenses entre enero y junio de 2019.

Cada dos semanas, los investigadores identificaron noticias políticas virales, 10 verdaderas y 10 falsas, y pidieron a los participantes que evaluaran 20 frases basadas en esas historias.

Los encuestados etiquetaron cada titular o frase como verdadero o falso e indicaron cuán seguros estaban de su decisión.

Al final de este programa, los participantes habían evaluado 240 enunciados distintos sobre una amplia gama de temas y que representaban «muchos puntos de vista diferentes», según el equipo investigador.

Una de las frases analizadas fue la siguiente: «Los investigadores de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en inglés) han identificado malas condiciones en varias instalaciones para migrantes de Texas, que incluyen hacinamiento extremo y graves riesgos para la salud».

Los resultados mostraron que el 54 % de los demócratas dijeron correctamente que la declaración era «definitivamente cierta», en comparación con solo el 18 % de los republicanos.

El grupo investigador también presentó este enunciado, entre otros: «Mientras era secretaria de Estado, Hillary Clinton se confabuló con Rusia, vendiendo el 20 % del suministro de uranio de Estados Unidos a ese país a cambio de donaciones a la Fundación Clinton».

En esta ocasión, solo el 2 % de los liberales consideró «definitivamente cierta» dicha afirmación, porcentaje que se eleva al 41 % en el caso de los conservadores.

Uno de los principales problemas identificados en el estudio fue, según Garrett, que estas verdades y falsedades ampliamente compartidas «tienen diferentes implicaciones para liberales y conservadores».

«Vimos que las falsedades políticas virales tendían a beneficiar a los conservadores, mientras que las verdades tendían a favorecer a los liberales. Eso hace que sea mucho más difícil para los conservadores evitar las percepciones erróneas», consideró Garrett.

Aunque el entorno de la información fue la razón principal por la que los conservadores eran susceptibles a la desinformación, «puede que no sea la única», según esta investigadora.

Los resultados mostraron que incluso cuando se tuvo en cuenta el entorno, los conservadores tenían un poco más de probabilidades de tener percepciones erróneas que los liberales.

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