En una audiencia sobre las amenazas que enfrenta EE. UU., congresistas republicanos y demócratas resaltaron la guerra en el medio oriente, el aumento en los discursos de odio, la ciberseguridad y la frontera, como los mayores riesgos. Migrantes irregulares estuvieron en el foco de la discusión.
En medio del conflicto entre Israel-Hamás, el aumento en el tráfico de drogas en Estados Unidos y la migración sin precedentes a través de la frontera sureste del país, miembros de la Cámara de Representantes se reunieron el miércoles para expresar sus preocupaciones sobre las amenazas a la seguridad nacional. El aumento en encuentros con migrantes irregulares fue el foco de atención.
“Algunas de las mayores amenazas incluyen una frontera suroeste abierta y sin ley”, dijo el republicano Mark Green. El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional, que lideró la audiencia, señaló al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, de “crear la peor crisis fronteriza en la historia de EE. UU.”.
Mayorkas, por su parte, defendió los “caminos legales” de migración que la administración del presidente Joe Biden ha determinado para “evitar la migración irregular”. Entre ellos, la deportación de 336.000 personas desde mayo de este año.
“Necesitamos que el Congreso asigne recursos suficientes para permitir que los oficiales de primera línea de nuestra nación lleven a cabo sus difíciles trabajos y mantengan seguro al pueblo estadounidense”, expresó Mayorkas.
El secretario reiteró su llamado a la aprobación del dinero adicional para la frontera solicitado como parte de la solicitud suplementaria de emergencia de unos 106.000 millones de dólares, que incluyen ayuda para Ucrania e Israel.
Autoridades fronterizas estiman que unas 1,8 millones de personas se han logrado fugar tras ingresar de manera irregular a EE. UU. a través de la frontera en el último año. Los congresistas republicanos expresaron preocupación ante esta cifra, asegurando que el desconocimiento sobre la identidad de estos migrantes, supone un riesgo para el país.
En el año fiscal 2023, que culminó el 30 de septiembre, autoridades migratorias interceptaron a 169 personas intentando ingresar ilegalmente a EE. UU. que se encontraban en la lista de vigilancia de terroristas.
“Este grupo de personas son de alta preocupación para nosotros”, dijo Christopher Wray, director del Departamento Federal de Investigaciones (FBI). “Creo que cada vez que hay un grupo de personas en los Estados Unidos de las que no sabemos lo suficiente, eso es una fuente de preocupación para nosotros”.
Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), señalan que en el año fiscal 2023, las autoridades migratorias tuvieron más de 2,4 millones de encuentros con migrantes en la frontera suroeste de EE. UU. El número más alto del que se tuviera registro.
“Las cifras reflejan no sólo el desafío en nuestra frontera suroeste, sino más bien el desafío de la migración en todo nuestro hemisferio”, apuntó Mayorkas.
Algunos de estos encuentros fueron con personas que sacaron cita a través de la aplicación CBP One para entrevistarse con un agente fronterizo en un puerto de entrada. Mayorkas aseguró que de este manera, “nos permite examinar y vetar a las personas antes de que lleguen a la frontera para permitirnos determinar si se les debe permitir o no la entrada”.
Mayorkas aseguró que las personas que son interceptadas, pasan un procesos de confirmación de identidad y evaluación para asegurar “que no representan un riesgo a la seguridad pública”.
Wray señaló que el poder “tener mayor seguimiento de quien está entrando a nuestro país es esencial para proteger a los estadounidenses de todo tipo de amenaza”.
“Estamos preocupados no solo por las personas que están en la lista (de vigilancia de terroristas, sino por quienes pudieron entrar de alguna otra manera, de quienes no se tiene suficiente información al momento en que ingresaron para identificarlos”, agregó el director del FBI.
El fentanilo continúa siendo una amenaza mayor
La presencia de carteles y el tráfico de fentanilo fue una de las amenazas relacionadas a la frontera suroeste mencionadas por los congresistas republicanas.
“En los últimos dos años hemos incautado suficiente fentanilo para matar a 270 millones de estadounidenses”, apuntó el directivo del FBI, quien además aseguró que la agencia tiene unas 380 investigaciones abiertas sobre liderazgos de los carteles.
Christine Abizaid, directora del Centro Nacional contra el Terrorismo, dijo al comité que “reconocemos los tipos de vulnerabilidades que están asociadas con la seguridad fronteriza en todos nuestros puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste”.
Abizaid se mantiene evaluando con su equipo las amenazas que esto puede presentar en cuanto a terrorismo, pese a que “no tenemos indicios que sean creíbles de que organizaciones terroristas estén tratando de (entrar)”.
“La administración Biden ha seguido la ley sobre seguridad fronteriza e inmigración y afirma que solicitar asilo en la frontera es legal”, defendió el congresista demócrata Bennie Thompson.