Casi 70.000 latinos en Estados Unidos murieron por armas de fuego entre 1999 y 2019 con un promedio de más de 3.300 muertes cada año, más de la mitad fueron asesinatos, según revela un estudio divulgado el 28 de julio, por el Centro de Política de la Violencia (VPC).
El estudio titulado «Víctimas hispanas de violencia letal con armas de fuego en los Estados Unidos», encontró que 69.519 latinos murieron en un lapso de 20 años (1999-2019) por armas de fuego en el país, el 64% de estos decesos fueron catalogados como asesinatos.
A la alta cifra se suma la diferencia con otras comunidades. Por ejemplo, el análisis encontró que la tasa de homicidios de los latinos en EE. UU. fue en 2019 de 5,15 por cada 100.000 personas, comparada con una de 2,62 por cada 100.000 blancos.
«Año tras año las armas de fuego cobran una carga letal a los hispanos en EE. UU., especialmente los jóvenes», advirtió el director ejecutivo de VPC y coautor del estudio, Josh Sugarmann.
La investigación destaca que el homicidio es la tercera causa mayor de muertes entre los hispanos de 15 a 24 años. El 87 % de esas muertes involucró un arma de fuego, según el estudio.
Pero el problema puede ser aún más serio debido a que el modo en que se recolecta la información sobre la identidad étnica de los hispanos, según Sugarmann, este proceso presenta «grandes lagunas».
«Se desconoce el alcance real de esta crisis sin fin», insiste el investigador.
A esto se suma, que el suicidio es la segunda causa mayor de muertes entre los latinos jóvenes. Entre 1999 y 2019 se registraron 21.466 suicidios de latinos en los que estuvo involucrada un arma de fuego.
En Estados Unidos aproximadamente el 38 % de los hogares tiene al menos un arma de fuego, y según un estudio de las universidades Northeastern y Harvard publicado en abril el 73 % son blancos, el 12 % son latinos y el 10 % son negros.
Las ventas legales de armas de fuego han estado aumentando de manera sostenida por una década y saltaron un 64 % en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, las protestas contra la violencia policial y la percepción generalizada de una crisis social.
Entre los latinos, las compras de armas de fuego y la concurrencia a clases y prácticas de su uso en polígonos había registrado ya un incremento después del ataque en una tienda de El Paso, Texas, en agosto del 2019, que dejó 23 personas muertas, la mayoría hispanos, y otras 23 heridas.
«Demasiadas vidas de latinos se pierden cada año por la violencia legal, y que las armas de fuego, especialmente las armas cortas, desempeñan un papel decisivo», valoró Sugarmann.
VPC indicó que en 2019 al menos 4.058 latinos murieron por heridas causadas con armas de fuego. De ellos 2.301 murieron en homicidios con esas armas, 1.534 en suicidios, 60 en accidentes, y 163 en incidentes cuya intención no se determinó.
De las victimas latinas de homicidios con armas de fuego en 2019, 1.955 (el 85 %) fueron hombres y 346 (15 %) fueron mujeres.
Entre los homicidios de latinos con armas de fuego, el 66 % involucró un arma corta (pistola o revólver) comparado con el 63 % entre la población en general.
Según VPC en los casos de homicidios en los cuales pudo identificarse una relación entre la víctima y el atacante, las víctimas latinas que murieron atacadas por un extraño, fueron del 23 %, al igual las víctimas negras; mientras las blancas fueron del 20 %.
El 21 % de las víctimas hispanas en este tipo de homicidios, eran conocidas íntimas de su agresor, comparado con el 27 % de las víctimas blancas y el 17 % de las víctimas negras.
Entre los hispanos se registró la proporción más alta de homicidios por arma de fuego (19%) relacionados con pandillas, comparado con el 10 % de las víctimas negras, y el 8 % entre la población en general.
VPC recomendó que las agencias de gobierno mejoren los métodos que usan para recolectar y divulgar la información sobre las víctimas hispanas de la violencia con armas de fuego y otros ataques mortales.