El Departamento de Justicia alcanzó un acuerdo con un condado de Nueva Jersey sobre barreras lingüísticas que beneficiará a electores de habla hispana, decisión que pone de relieve el creciente desafío que enfrentan algunas comunidades minoritarias en el país.
El acuerdo con el condado Union fue alcanzado después de que fiscales federales presentaran una demanda en la que lo acusaban de no efectuar empadronamientos ni avisar sobre votaciones, formas, instrucciones y papeletas disponibles en español, en una violación a secciones de la Ley federal de Derecho al Voto.
“Conocemos de primera mano cómo las barreras lingüísticas perjudican a nuestra comunidad”, dijo Hector Sanchez Barba, jefe ejecutivo de Mi Familia Vota, un grupo nacional que busca impulsar la influencia política latina. “Eliminar las barreras lingüísticas no sólo tiene solidez jurídica sino también es lo correcto por hacer para fortalecer nuestra democracia”.
El condado, que tiene casi 28.000 ciudadanos de habla hispana en edad de votar, estará obligado a imprimir todos los materiales electorales en inglés y español, y garantizar que alguien esté disponible para que asista en persona a los electores hispanohablantes. También se tendrá que ayudar a los electores discapacitados que por mucho tiempo han sido ignorados en la lucha por el acceso a las urnas.
El decreto consensuado, anunciado el martes, necesitará la aprobación de un juez federal.
Nueva Jersey es uno de diversos lugares en Estados Unidos donde las barreras lingüísticas obstruyen el acceso a las papeletas para las comunidades minoritarias, según grupos defensores de los votantes. Algunas comunidades asiático-estadounidenses y de inmigrantes asiáticos son particularmente afectados, dijo Susana Lorenzo-Ciguere, directora asociada del Programa de Democracia del Fondo Asiático-Estadounidense de Defensa Jurídica y Educación.
“A pesar de su larga historia en Estados Unidos, los asiático-estadounidenses continúan enfrentando prejuicios en los que se les consideran extranjeros perpetuos que no son ‘verdaderos estadounidenses’ y no merecen ser parte del tejido de nuestra democracia”, apuntó.
De acuerdo con la Ley de Derecho al Voto, las comunidades deben brindar asistencia lingüística para votar si más de 5% de los ciudadanos en edad de votar, o poco más de 10.000, tienen un dominio limitado del inglés.
Quizá sea más difícil atender a las comunidades que hablan algún idioma asiático porque hay que considerar muchas lenguas, dijo Bob Sakaniwa, director de política y defensa del Voto Estadounidense para Asia e Islas del Pacífico. Las lenguas bangladeshí, camboyana, china, filipina, hmong y vietnamita son sólo algunas, dijo.
Por ejemplo, las comunidades asiáticas conforman una parte importante de los condados Mercer, Houston y Somerset en Nueva Jersey, pero las poblaciones no cumplen el límite federal para brindarles asistencia. Las comunidades de habla árabe tampoco están reflejadas en la legislación del derecho al voto de Nueva Jersey, donde grupos de activistas luchan a favor de un cambio.
El condado Union no respondió de momento cuando se le preguntó cómo pretendía poner en marcha el decreto de consentimiento.
El acuerdo de Nueva Jersey subraya la importancia de la Ley federal de Derecho al Voto, a pesar de que la histórica ley ha sido minada por decisiones de la Corte Suprema y las restricciones al voto en estados con gobiernos republicanos.
Henal Patel, director de leyes y políticas en el Instituto para la Justicia Social en Nueva Jersey, dijo que es importante que las autoridades locales acaten la ley y que el gobierno federal la haga cumplir
“Esto es necesario para los electores en estas áreas para que puedan depositar su voto con pleno conocimiento de por quién están votando”, señaló Patel.