Después de diez aumentos consecutivos de la tasa de interés desde marzo de 2022, el alza más rápida en cuatro décadas, la semana pasada el banco central de Estados Unidos decidió pausar y dejó incólume la tasa de interés, entre 5 y 5.25 por ciento, el nivel más elevado en 16 años. Tres razones fueron ofrecidas por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell para explicar esa decisión. Durante la conferencia de prensa de la semana pasada, al terminar la reunión del Comité de Mercado Abierto, el presidente Powell mencionó, “lo lejos que hemos llegado en apretar la política, los rezagos inciertos con los cuales la política monetaria afecta la economía, y el potencial de los vientos en contra de la apretura crediticia.” https://www.federalreserve.gov/mediacenter/files/FOMCpresconf20230614.pdf
No obstante, el presidente Powell también informó que casi todos los participantes en la reunión de la semana pasada anticiparon que “será apropiado subir un poco más la tasa de interés hacia el final de este año.”
Los mercados reaccionaron positivamente ante la pausa y algunos analistas indicaron que este puede ser el comienzo de un mercado alcista, porque el jueves pasado el índice S&P 500, impulsado por un puñado de acciones de grandes empresas de alta tecnología, superó la caída de 20 por ciento del 12 de octubre de 2022.
Pero eso puede ser prematuro. Como dijo Jeff Sommer en el New York Times (06|18|23), “no está claro cuál será la tendencia del mercado el mes o el año entrante.” Además, dependiendo de los datos, el banco central aún puede aumentar la tasa de interés tan pronto como durante su próxima reunión del 25-26 de julio.
