Policía
Un manifestante sostiene una pancarta durante una protesta organizada por el Colectivo Comunitario de East Colfax para abordar los problemas crónicos en los edificios de apartamentos ocupados por personas desplazadas de sus países de origen en Centro y Sudamérica, el martes 3 de septiembre de 2024, en Aurora, Colorado. (Foto: AP/David Zalubowski).

La policía de Aurora, un suburbio de Denver, asegura que una pandilla venezolana con una pequeña presencia en la localidad no se ha apoderado de una unidad habitacional en mal estado. Sin embargo, la acusación sigue ganando fuerza entre conservadores y el expresidente Donald Trump declaró el miércoles en una audiencia pública transmitida en Fox News que los venezolanos se estaban “apoderando de toda la ciudad”.

La acusación infundada cobró fuerza después de que el mes pasado se difundió un video en el que un residente mostraba a hombres armados tocando en la puerta de un apartamento, intensificando los temores de que la pandilla del Tren de Aragua controlaba la unidad habitacional de seis edificios.

Sin embargo, funcionarios de la ciudad indican que los edificios, junto con otras dos unidades habitacionales, se encontraban en mal estado debido a la negligencia de la empresa administradora, CBZ Management.

Aurora es una ciudad con gran diversidad que lleva mucho tiempo luchando contra la delincuencia y las pandillas, y la policía dijo que hasta el momento había vinculado a 10 personas con el Tren de Aragua y había detenido a seis de ellas, incluidos los sospechosos de un intento de homicidio en julio.

Pero en una visita a los apartamentos donde se grabó a los hombres armados, la jefa interina de la policía de Aurora Heather Morris negó que las pandillas hubieran tomado el control y estuvieran cobrando el alquiler. Las declaraciones se produjeron después de que el alcalde de Aurora, Mike Coffman, dijo que “elementos criminales” se habían apoderado de algunos edificios no especificados y extorsionaban a los residentes.

El agente de policía de Aurora, Matthew Longshore, reiteró el jueves en un correo electrónico a The Associated Press que la policía ha constatado que los residentes no están pagando el alquiler a las pandillas, pero descubrieron que la administración ya no envía a representantes a la unidad habitacional.

La ciudad de Aurora ya ha emprendido acciones legales contra Zev Baumgarten, de CBZ, por haber “descuidado las propiedades durante años y numerosas violaciones de los códigos”, luego de que otro edificio gestionado por la empresa en Aurora fue clausurado después de haber sido declarado inhabitable. Sus residentes fueron desalojados a mediados de agosto. Los juicios contra Baumgarten, previstos para agosto y septiembre, han sido aplazados al menos seis meses.

CBZ no respondió de inmediato una llamada telefónica en busca de comentarios, y los números de teléfono de las dos unidades habitacionales gestionadas por CBZ en Aurora estaban desconectados.

Después de que los residentes realizaron una conferencia de prensa para desmentir los rumores relacionados con las pandillas, Coffman, un exlegislador republicano, admitió que no estaba “seguro de cuál era la verdad en todo esto”. En una entrevista concedida esta semana al canal de televisión Denver7, Coffman dijo que la afirmación de que toda Aurora era insegura no era cierta y perjudicaba a la economía local de una ciudad en rápido crecimiento con más de 400.000 habitantes.

Coffman no estuvo disponible el jueves para hablar del tema.

Trump ha tratado de sacar provecho de las inquietudes en materia de inmigración en momentos en que busca la reelección el próximo mes de noviembre. Durante la audiencia del miércoles repitió su llamado a ordenar deportaciones masivas después de exagerar sobre la presencia de pandillas en Aurora.

“Miren lo que está pasando en Aurora, en Colorado, donde los venezolanos se están apoderando de toda la ciudad, se están apoderando de los edificios, de toda la ciudad”, dijo Trump. “Lo vieron el otro día, están tirando puertas y ocupando los apartamentos de la gente”.

Entre los casi un millón de inmigrantes venezolanos que ingresaron a Estados Unidos en los últimos años había supuestos integrantes de pandillas vinculados a tiroteos con la policía, tráfico de personas y otros delitos, aunque no hay pruebas de que la pandilla haya establecido una estructura organizativa en Estados Unidos, declaró hace unas semanas a la AP Jeremy McDermott, codirector de InSight Crime, con sede en Colombia, quien publicó un informe reciente sobre la expansión del Tren de Aragua.

Publicaciones en redes sociales de un video en el que supuestamente se muestra a inmigrantes apoderándose de un autobús escolar en San Diego, y de una llamada al número de emergencias 911 para informar que inmigrantes venezolanos se habían apoderado de un edificio residencial en Chicago también han llamado la atención últimamente. Ambos casos resultaron ser infundados.

Muchos de los inmigrantes venezolanos y de otros países latinoamericanos que viven en la unidad habitacional de Aurora aseguran que allí no hay pandillas y que se les tacha injustamente como delincuentes.

Culpan a CBZ Management, con sede en Nueva York, por negarse a eliminar las plagas de chinches y roedores y a reparar las constantes fugas de agua en los edificios, a pesar de que el alquiler mensual cuesta 1.200 dólares o más. Los residentes temen que puedan ser desalojados, pero las autoridades dijeron el miércoles que no había planes inmediatos para llevar a cabo un desalojo.

“El único delincuente aquí es el propietario del edificio”, dijo el martes Moisés Didenot, de origen venezolano, a través de un traductor, en una rueda de prensa realizada en un polvoriento patio de la unidad habitacional.

Didenot mostró a los periodistas algunos de los ratones que había atrapado recientemente en trampas adhesivas que colocó en el apartamento del sótano donde vive con su esposa y su hija de 11 años. Sólo dos de las hornillas de su estufa funcionan, al ventilador del techo le falta un aspa y no terminan de limpiar la tina cuando ya se encuentra nuevamente llena de moho.

Las autoridades locales afirmaron en una publicación en redes sociales el 30 de agosto que se tomaban en serio la presencia de la pandilla venezolana e indicaron que se esperaban más detenciones. También dijeron que iban a “seguir abordando los problemas que los propietarios de estos inmuebles han permitido que se multipliquen sin control».

El video que contribuyó a alimentar la acusación infundada mostraba a hombres armados, uno de ellos con un arma larga, subiendo por las escaleras y tocando en la puerta de un apartamento. Los antiguos residentes que lo grabaron dijeron al canal de televisión KDVR-TV que lo grabaron antes de un tiroteo en la unidad habitacional el 18 de agosto en el que un hombre de 25 años fue baleado y posteriormente murió.

Una vocera de la policía de Aurora, Sydney Edwards, dijo que la policía tiene el video y que ha incautado evidencia mostrada en las imágenes. Añadió que no podía hacer más comentarios de una investigación en curso.

La policía de Aurora también ha anunciado la creación de un grupo de trabajo conjunto con agencias policiales a nivel local, estatal y federal para abordar específicamente las preocupaciones relacionadas con el Tren de Aragua y otras actividades delictivas que afectan a las comunidades de inmigrantes.

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