Nueva York, EE.UU.- El alcalde de nueva York, Eric Adams, dio a conocer hoy un ambicioso plan para frenar el repunte de violencia por las armas de fuego en la ciudad, que ha costado varias vidas desde principios de año, entre ellas la de un policía.
«Oramos por todas las víctimas de la violencia y sus familias que están sufriendo, pero, vamos a hacer mucho más que orar. Vamos a convertir el dolor en propósito», afirmó Adams, un excapitán de la policía, que basó su campaña electoral en enfrentar la violencia por armas y que desde que empezó su mandato el 1 de enero ya ha tenido que gestionar numerosos incidentesarmados.
La muerte de un policía el pasado viernes en el barrio de Harlem en un incidente que dejó a otro luchando por su vida, más una niña de un año herida por una bala perdida han exacerbado los ánimos de los neoyorquinos.
La respuesta del alcalde ha sido este «Proyecto para la Seguridad» que involucra a todas las agencias municipales, estatales y federales, y que propone endurecer los castigos por tráfico de armas, además de trabajar con mediadores con experiencia en violencia comunitaria, y ayuda de salud mental, entre otras medidas.
«La violencia armada es una crisis de salud pública», sostuvo, y prometió a los neoyorquinos que «verán y sentirán estos cambios rápidamente».
Entre las propuestas figura el controvertido regreso de policías con ropa civil a las calles, una unidad desmantelada en el 2020, lo que preocupa a muchos por su historial de uso de la fuerza de forma desproporcionada contra negros y latinos.
Los agentes serán enviados dentro de tres semanas a las treinta comisarías donde ocurren el 80 por ciento de los casos de violencia, aunque se tratará de evitar «errores del pasado»; así, esos agentes «serán identificables como policías, tendrán cámaras corporales y contarán con capacitación y supervisión».
Destacó que desde el pasado 1 de enero se han confiscado 350 armas y que al finalizar el 2021 la cifra fue de 6.000. Llegan a la ciudad -donde la venta y posesión están muy restringidas- en coches, autobuses y trenes, precisó.
Por esa razón se establecerán puntos de chequeo en lugares como la Autoridad de Puertos y estaciones del metro y autobuses.
Adams mostró una foto del arma con la que el pasado viernes fue asesinado el policía Jason Rivera, de 22 años, y dejó gravemente herido a su compañero.
El alcalde también apuntó a la responsabilidad de los jueces, que deben tener en cuenta la peligrosidad de un acusado para mantenerle detenido: «Nueva York es el único estado que no permite que un juez detenga a un acusado que represente una amenaza para la comunidad», afirmó Adams.
Una de las propuestas de Ademases que un joven de 16 o 17 que es detenido por un asunto relacionado con posesión de armas y se niega a cooperar con la fiscalía pueda ser acusado en una corte criminal y no en una de familia, como ocurre con los menores.
«Mi administración no busca castigar a los jóvenes, pero cuando se trata de armas, debemos asegurarnos de que haya consecuencias», aseguró y citó estadísticas que muestran que en 2021 el 10 % de los menores de 18 años que fueron arrestados tenía un arma.
Adams y la gobernadora Kathy Hochul se reunirán este miércoles con funcionarios de ocho estados para seguir abordando el problema de las armas ilegales.
El viernes, nada más producirse el incidente de Harlem, el alcalde pidió públicamente ayuda al gobierno federal en Washington para frenar el tráfico de armas hacia Nueva York.