Washington, EE.UU.– El presidente estadounidense, Joe Biden, rindió homenaje este jueves Cinco de Mayo a la comunidad migrante de EE.UU. en una ceremonia en la Casa Blanca donde la invitada de honor fue Beatriz Gutiérrez, la esposa del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Biden y su esposa, Jill, organizaron una fiesta en los jardines de la Casa Blanca en la que no faltaron las empanadas, la sandía o los churros con chocolate.
«Somos una comunidad migrante. Decimos eso y la gente no lo cree, pero es nuestra fortaleza», afirmó el mandatario.
Biden empezó su discurso dando la bienvenida a Gutiérrez y llegó a bajarse del podio para saludarla personalmente mientras el público esperaba.
El gobernante estadounidense recordó que, cuando López Obrador visitó la Casa Blanca en noviembre de 2021, ambos conversaron sobre algunos de los cuadros y figuras de expresidentes de EE.UU. que decoran esa sala y entre los que figura una imagen de Franklin D. Roosevelt (1933-1945).
Biden recordó que Roosvelt fundó la política del «buen vecino» hacia Latinoamérica y reiteró su deseo de apostar una política que trate a las naciones como iguales.
«(Latinoamérica) no es nuestro patio trasero, es el delantero», reiteró el mandatario.
El presidente también aprovechó su discurso para urgir al Congreso de EE.UU. a aprobar la reforma migratoria que le envió en su primera semana en el poder, en enero de 2021, y que no ha podido salir adelante por las ajustadas mayorías de los demócratas en las dos cámaras.
Ante las dificultades para aprobar la reforma migratoria, Biden pidió a los legisladores que al menos consideren iniciativas más limitadas para proteger de la deportación a los jóvenes indocumentados, conocidos como «soñadores», que llegaron irregularmente a EE.UU. cuando eran niños.
El Cinco de Mayo conmemora la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 que enfrentó a franceses y mexicanos, quienes terminaron logrando su primera victoria sobre una potencia invasora extranjera mejor preparada y armada.