Nueva York, EE.UU.- La coalición internacional de medios One Free Press Coalition denunció este lunes casos más urgentes de abusos contra fotoperiodistas y videógrafos, destacando el de Olivier Dubois, secuestrado en Mali por un grupo afiliado a Al-Qaeda.
Con motivo del Día Mundial de la Fotografía, la coalición publicó un nuevo listado mensual de personas que han sido víctimas de abuso por su labor en este ámbito: «Los fotoperiodistas experimentan una serie de retos únicos, ya que la naturaleza de su trabajo implica que deben tener acceso directo y cercano a la acción».
En una encuesta global realizada a fotoperiodistas en 2018 por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés), el 90 % de los profesionales dijeron que habían tenido que trabajar en entornos de alto riesgo y casi la mitad habían sido heridos al menos una vez durante su labor.
Solo en 2020, el CPJ documentó los casos de veinte fotoperiodistas encarcelados y desde 1992 son 366 los fotógrafos, operadores de cámara y documentalistas fallecidos en todo el mundo en relación a su trabajo.
Los «10 casos más urgentes» en agosto, según One Free Press Coalition, son los siguientes:
1.- Anton Hammerl (Libia). Este fotógrafo murió por disparos de las fuerzas gubernamentales libias en 2011 mientras cubría en primera línea el conflicto como «freelance», pero después de una década su familia no ha recuperado el cuerpo y no se ha investigado formalmente su muerte, algo que reivindica la campaña «Justice for Anton».
2.- Olivier Dubois (Mali). El periodista y cineasta francés fue secuestrado en la región maliense de Gao el pasado abril por el grupo Jamaa Nusrat al-Islam, afiliado a Al-Qaeda, mientras buscaba una entrevista con un líder local, y todavía está bajo su custodia.
3.- Aleksandre Lashkarava (Georgia). Operador de cámara de TV Pirveli, murió en Tbilisi días después de sufrir una conmoción cerebral y roturas óseas en la cara, por las que tuvo que ser operado, tras ser atacado por manifestantes anti-LGTBQ mientras cubría una protesta en la capital. La Policía ha abierto una investigación criminal.
4.- Danish Siddiqui (Afganistán). Este fotoperiodista de Reuters, ganador del Pulitzer en 2018 por su documentación de la crisis de los refugiados rohinyás, murió el pasado julio cubriendo un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad afganas y soldados talibanes. Desde 1992, 53 periodistas han sido asesinados en Afganistán.
5.- Qaraman Shukri (Irak). El fotoperiodista kurdo iraquí fue condenado a siete años de cárcel en un juicio secreto sin tener un abogado presente. Shukri espera apelar la decisión.
6.- Alex Silveira (Brasil). Este fotoperiodista perdió la visión de un ojo tras ser recibir un disparo de bala de goma por la Policía en el año 2000 mientras cubría protestas en Sao Paulo, y desde entonces busca justicia. La Corte Suprema recientemente se decantó a su favor y está pendiente de una decisión final.
7.- Sayed Abd Ellah (Egipto). El fotoperiodista y comentarista fue detenido junto a otros colegas en 2019 y está pendiente de un juicio masivo en el que miles de personas fueron acusadas de producir noticias falsas y cometer delitos contra el Estado.
8.- Nooshin Jafari (Irán). Esta fotógrafa de cine y teatro que cubría temas culturales para varias revistas iraníes fue arrestada por sus contenidos en Twitter en 2019 y cumple cuatro años de cárcel desde este año bajo cargos de propaganda «antiestablisment» e insultos a santidades.
9.- Bülent Kılıç (Turquía). La Policía de Estambul detuvo al jefe de fotografía de AFP en el país mientras cubría a las fuerzas dispersando la Marcha del Orgullo LGTBQ en la ciudad el pasado junio. Los agentes le golpearon en la cara con su cámara, la tiraron al suelo y a él lo pusieron contra el suelo, poniéndole la rodilla en el cuello y espalda antes de soltarlo.
10.- Magnificent Mndebele y Cebelihle Mbuyisa (Esuatini). Los reporteros del sitio de noticias sudafricano New Frame cubrían el funeral de la víctima de un tiroteo policial en julio cuando fueron arrestados por soldados que les amenazaron a punta de pistola, demandaron que borraran las imágenes y los llevaron a una estación de Policía, donde fueron interrogados y abusados físicamente por agentes durante horas antes de ser liberados.