En Venezuela, la oposición política elegirá en 2023 el candidato único para la elección presidencial de 2024.

Saber cómo relacionarse y dialogar con sectores opositores dentro y fuera del país, incluyendo a países como Cuba, Rusia y China, debe ser un rasgo clave del eventual abanderado de la oposición, observan analistas. La moderación sería otro punto a favor. 

Maracaibo, Venezuela. La oposición al gobierno de Nicolás Maduro se apresta para elegir un candidato unitario que pueda dar un giro a los 25 años de mandato del chavismo en Venezuela, un país sumido en una prolongada crisis. Ese abanderado deberá apostar por la conciliación y la recuperación económica, según ciudadanos y analistas.

El chavismo ha dado muestras de que aspirará a mantener el control de la Presidencia con Nicolás Maduro como su candidato en las papeletas, mientras la oposición prepara ya la realización de primarias en 2023 para la gente escoja a su aspirante al máximo cargo.

Esa votación primaria ocurrirá luego de cinco años de desconocimiento a Maduro como legítimo jefe de Estado por parte de la oposición y de unos 50 gobiernos del mundo.

Los gobiernos de Noruega, Francia, Colombia, Argentina y Estados Unidos, más el Vaticano, promovieron reuniones y llamados hasta que ambos bloques políticos de Venezuela finalmente retomaron el diálogo para zanjar la crisis institucional de esa nación, en México, a finales de noviembre.

Analistas, la comunidad internacional y los actores políticos coinciden en que esa votación ayudará a Venezuela en dos matices: primero, a zanjar su crisis institucional y democrática, en ininterrumpida erosión desde 2017, y a determinar quién lideraría la reconstrucción del país por al menos los próximos seis años.

¿Qué rasgos debería tener un líder político capaz de ganar la Presidencia y materializar un proyecto que redunde en beneficio de todos los venezolanos? En esencia, debe estar “preparado profesionalmente”, con “empatía social, sin tanto show” ante las cámaras y la prensa, opina el joven venezolano Julio César Castillo, diseñador de páginas web.

Una abogada que pidió a la Voz de América reservar su identidad por temor a represalias estima que la “honorabilidad, inteligencia y su experiencia en gestión” deben ser clave para elegir al hombre o la mujer que pueda vencer a Maduro y realizar un buen mandato. Sin embargo, dice no querer “politiqueros” ni del chavismo ni de la oposición tradicional.

Sofía Mora, quien suele respaldar al chavismo con sus publicaciones en redes sociales, cree que un candidato aceptable de la oposición “tiene que ser de pueblo” y, sobre todo, “no tener intereses con la oligarquía de este país, sino el interés de sacar el país” adelante.

José Toro Hardy, exdirectivo de la estatal Petróleos de Venezuela, cree que ese eventual candidato debe generar “confianza” no solo dentro, sino fuera del país suramericano, para poder captar las inversiones necesarias para resucitar la economía y cerrar la brecha de “inmensa desigualdad” que existe entre pobres y ricos, según una reciente encuesta de condiciones de vida adelantada por tres universidades, conocida como ENCOVI.

Hay también quienes dudan de que habrá una elección transparente en 2024 donde pueda derrotarse al chavismo. “Con este Consejo Nacional Electoral ‘rojo rojito’ (chavista), ni el mismísimo San Juan Pablo II le ganaría a un Maduro más cómodo que nunca”, opina.

Gerente nuevo

El perfil del candidato ideal ha sido un asunto clave en encuestas recientes. ORC Consultores, una firma dirigida por el analista político Oswaldo Ramírez, determinó que, entre las preferencias del electorado venezolano en cuanto a un líder nacional, resaltan las demandas de que sea “alguien nuevo” y “un gerente que arregle los problemas del país”.

“El candidato ideal es alguien que pueda tener varias capacidades: reconciliar al país, luego de algunos años de alta polarización política; un estadista, que logre balancear las decisiones de política económica para generar un crecimiento sostenido”, detalla Ramírez a la VOA.

Otra de sus características idóneas es tener una agencia social inclusiva, que permita cada vez a más gente pertenecer a una “clase media fuerte”, asegura. “Otro atributo es que logre gerenciar un equipo para contribuir al crecimiento del país en todas las áreas”, acota.

Esta última condición, indica Ramírez, evitaría que ese candidato o eventual presidencia se presente como una especie de Mesías o un redentor de la política venezolana.

El estudio de junio pasado de ORC Consultores también determinó que otros de los rasgos de un abanderado presidencial ideal para enfrentar a Maduro sean su honestidad para combatir la corrupción, que “ponga orden” y, curiosamente, se menciona además a alguien que “represente el proyecto original de Hugo Chávez”, mentor del actual mandatario.

Conciliador autóctono

El político idóneo para Venezuela debe tener rasgos de “gran conciliador” y fomentar consensos para articular todos los sectores del país de cara a una eventual etapa de recuperación y desarrollo, dijo el politólogo Piero Trepiccione.

Debe distar del revanchismo político y, por el contrario, debe generar “mucha confianza” entre amplios actores de las vidas económica, política, social, cultural y deportiva del país, con una visión del país para las próximas dos o tres décadas, dijo.

La primera característica que debe tener un candidato tiene que ver con la irreverencia, el lenguaje directo” Piero Trepiccione, politólogo

Sin importar su edad ni género, tendría ese candidato a la Presidencia venezolana que exhibir “los rasgos que caracterizaron a Nelson Mandela”, abogado y activista que presidió Sudáfrica entre 1994 y 1999 tras estar 27 años encarcelado y quien lideró un proyecto basado en el desmontaje del apartheid y la promoción de la reconciliación social.

Trepiccione, directivo de la organización de pensamiento Centro Gumilla, también espera que ese aspirante a la Presidencia explote la potencialidad de la comunicación en redes sociales en una nación donde hay decenas de periódicos y emisoras radiales cerradas.

“La primera característica que debe tener un candidato en el caso particularísimo de Venezuela tiene que ver con la irreverencia, el lenguaje directo, ser un producto que pueda expandirse por las diferentes plataformas que hoy existen”, apuntó a la VOA. A su entender, tiene además que hablar de futuro y buscar “tocar la fibra” del ciudadano.

Políticos sin polos

El artículo 227 de la Constitución establece que para ser electo presidente de Venezuela se requiere “ser venezolano por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de 30 años, de estado seglar y no estar sometido a condena mediante sentencia firme”.

Félix Seijas Junior, presidente de la firma de estudios de opinión pública Delphos, estima que las características principales que debe tener un candidato para la venidera campaña presidencial pasan por “transmitir empatía” y tener un perfil político “moderado”.

“Más allá de las capacidades obvias como gerente, tiene que poseer un poder extraordinario despolarizador; conciliador nivel Mandela”, dijo, coincidiendo con Trepiccione.

Según sondeos de las encuestadoras Delphos, Datanálisis y Datincorp, al menos la mitad de la población venezolana no se identifica con el chavismo ni con la oposición, si bien las valoraciones negativas tanto de Maduro como del líder opositor Juan Guaidó, a quien medio centenar de países reconocen como presidente interino, superan el 80 %.

Una encuesta de Datincorp reveló en junio pasado que 63% de los venezolanos opina que su presidente ideal es alguien sin alineación con los bloques tradicionales. Solo 13% de los entrevistados opta por un aspirante chavista y 16% por uno de tendencia opositora.

Un bloque, no un individuo

La elección de un candidato opositor en las primarias de cara a la votación de 2024 no implica que esa misma persona se convierta automáticamente en el líder del antichavismo, advierte, por su parte, el politólogo venezolano Jesús Castellanos.

El especialista considera que el liderazgo opositor debe ser más “un bloque de personas e ideas” que una misión individual, aún más cuando existe el riesgo de una eventual inhabilitación de ese candidato ganador para participar en las votaciones, dijo.

“La primaria es solo una de las vías para intentar aglutinar a los sectores de la oposición, pero esta articulación debe ser un producto más allá de las primarias. Debe haber un compromiso en simultáneo entre las fuerzas políticas, no solo de los partidos políticos, para definir un rumbo común, objetivos y estrategias conjuntas”, comentó a la VOA.

Debe ser capaz de trasmitir la posibilidad real de un cambio en el país, no solo a los opositores” Jesús Castellanos, politólogo

El candidato electo en las primarias, en todo caso, deberá “sumar voluntades”, “llegar a todos los venezolanos” más allá de las fronteras del país y lograr “un acuerdo común” que trascienda las votaciones que deben ocurrir dentro de cuatro años, opina.

“El candidato presidencial resultante de las primarias debe ser creíble y capaz de trasmitir la posibilidad real de un cambio en el país, no solo a los opositores, sino también a sectores del oficialismo que hoy están descontentos”, apunta.

Demócrata y abogado de la paz serían otras características eficaces de ese aspirante opositor, lo que debe llevarle a dialogar incluso con sus detractores, indica el especialista.

“Dentro de sus banderas debe estar la necesidad de la reinstitucionalización del país y el diálogo con todos los sectores, incluyendo el oficialismo, países como Cuba, China y Rusia y los militares” en Venezuela, sostiene Castellanos.

Álvaro Algarra, periodista de la Voz de América, colaboró con este reportaje desde Caracas.

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