Miami, EE.UU– Fiscales generales republicanos iniciaron este jueves en Texas una cumbre en la frontera con México para denunciar las «desastrosas» políticas migratorias del Gobierno federal, que hoy mismo reconoció, en boca del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que son necesarios más recursos en la región.
Una docena de procuradores generales fueron invitados a esta cumbre en representación de estados como Montana, Indiana, Kansas, Dakota del Sur, Virginia Occidental, Arkansas o Utah.
Todd Rokita, fiscal general de Indiana, dijo hoy que este viaje le permitirá recopilar «evidencias de la crisis fronteriza y sus daños antes de emprender más acciones legales» contra el Gobierno del presidente Joe Biden para «solucionar el problema» que, en su opinión, ha creado el mandatario demócrata.
Y el fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, achacó a la situación en la frontera la entrada de fentanilo en el país y que está «inundando» su estado.
Porque el mensaje del fiscal general de Texas, Ken Paxton, quien está en plena campaña electoral para las elecciones primarias del 1 de marzo próximo, es que la situación en la frontera no solo afecta a su estado sino a todo el país, y por eso convocó a este grupo de fiscales conservadores.
En la agenda de los fiscales figuran visitas a McAllen, Edinburg, Weslaco y Rio Grande City para reunirse con funcionarios de las agencias migratorias y del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), así como realizar un recorrido por el muro fronterizo y otro por el río Grande, o río Bravo como es conocido en México.
Las autoridades migratorias registraron más de 1,7 millones de «encuentros» con migrantes indocumentados y solicitantes de asilo en el pasado año fiscal, cifras no vistas en lustros, aunque en su mayoría fueron expulsados del país de manera expedita. Y el mayor tránsito de personas se registra en Texas.
Precisamente esta cumbre coincide con una visita a la frontera de Mayorkas, que el miércoles estuvo en Yuma (Arizona), que en lo que va de año se ha convertido en el tercer sector de la Patrulla Fronteriza con mayor número de interceptaciones de indocumentados, solo por detrás de los del Valle del Río Grande y Del Río.
Este jueves se trasladó a la zona de El Paso, en Texas, estado que visitará también este viernes para conocer de primera mano la situación en la zona y los retos que enfrentan los agentes migratorios en su labor.
El titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reconoció que son necesarios más recursos en la región y se comprometió a facilitarlos tras reunirse con agentes fronterizos en Clint, Texas.
«Se necesita acción, la misión lo requiere, ustedes lo merecen y lo cumpliremos», dijo en un mensaje en Twitter, red social en la que también reconoció que es necesario facilitar a los agentes «la mejor tecnología, vehículos y otros apoyos» para enfrentar la masiva llegada de migrantes.
TEXAS A LA OFENSIVA
Mayorkas y Biden son objeto de continuas críticas de Paxton, que ha calificado de «desastrosas» las políticas de inmigración del Gobierno federal y señaló que, debido a la escala que ha alcanzado la llegada de migrantes, era necesario reunirse con sus colegas para discutir «qué más podemos hacer para detener esto».
Texas es desde hace meses la zona más impactada por el aumento en la llegada de migrantes, pero también el estado que más dura batalla está presentando contra el Gobierno de Biden, tanto en los tribunales como sobre el terreno.
Esta semana Paxton presumió de que ya ha demandado seis veces a la Administración del presidente demócrata y que participa en ocho querellas sobre asuntos de migración.
«Estamos ganando», indicó el fiscal general texano. «Pero aún queda mucho por hacer».
En esta lucha tiene como gran aliado al gobernador de Texas, Greg Abbott, que participó hoy en el inicio de esta cumbre y quien retomó la construcción del muro fronterizo que impulsó el ahora expresidente Donald Trump, envió soldados de la Guardia Nacional a la linde con México y lanzó la operación Estrella Solitaria, que ha permitido detener a cientos de indocumentados.
Pero esta operación ha recibido numerosas críticas, que señalan que la aplicación de las leyes de inmigración es competencia del Gobierno federal, y ni los soldados de la Guardia Nacional ni los efectivos de la Policía de Texas tienen autorización o instrucción para aplicarlas.
Y esta semana legisladores texanos mandaron una carta al Departamento de Justicia federal y al propio Mayorkas en la que piden una «inmediata investigación» de la operación de Abbott, al considerar que viola la Constitución.
Abbott destacó este jueves que Texas está respondiendo con «toda su fuerza» y que estos esfuerzos se «fortalecen» gracias a la colaboración con otros líderes estatales.