Las contribuciones para Donald Trump efectuadas por donantes que aportan montos pequeños se han desplomado desde el último intento que hizo por llegar a la Casa Blanca, lo que representa un reto para el expresidente mientras intenta mantener el paso de la máquina de recaudación de fondos de los demócratas.
Menos de una tercera parte de las contribuciones al equipo de campaña de los republicanos han provenido de donantes que dieron menos de 200 dólares, una disminución en comparación con casi la mitad de todos los donativos en la contienda de 2020, de acuerdo con un análisis efectuado por The Associated Press y OpenSecrets, una organización que da seguimiento al gasto político.
El total recolectado de donantes de montos pequeños también ha declinado, según el análisis. Trump recaudó 98 millones de dólares de esos contribuyentes hasta junio, un descenso del 40% en comparación con los 165 millones que aportaron durante un periodo equivalente en su contienda presidencial previa.
La caída ha obligado a Trump a depender más de donantes acaudalados y grupos respaldados por ellos, un cambio que interfiere con el mensaje populista que lo catapultó a la Casa Blanca en su primera campaña. El declive en los donativos no podía llegar en un momento peor para Trump. En este ciclo, los demócratas han recaudado sumas gigantescas de parte de donantes de montos pequeños. El presidente Joe Biden y luego la vicepresidenta Kamala Harris han captado la cantidad asombrosa de 285 millones de dólares de ese tipo de donantes desde abril de 2023, lo que representa más del 40% de los fondos que han recaudado, según datos de OpenSecrets.
Operadores republicanos dijeron que la tendencia podría presagiar problemas para el partido en general. La caída en la recaudación de fondos por parte de Trump genera interrogantes en torno a la capacidad del partido para seguir extrayendo fondos de sus votantes de edad avanzada. Ese tipo de electores suelen tener un ingreso fijo y carecen del dinero en efectivo extra para hacer contribuciones a candidatos, y las encuestas han hallado una y otra vez que la base republicana está envejeciendo.
Los republicanos también adoptaron un estilo hiperagresivo —con frecuencia combativo— de recaudación de fondos digital que está alejando a electores, dijeron los operadores. Los equipos de campaña y los comités suelen compartir o rentarse listas de donantes entre sí, lo que lleva a que los votantes se vean inundados de solicitudes similares que pueden ser desconcertantes.
“Los vendedores republicanos han maltratado tanto a nuestros donantes que muchos donantes de base ya no quieren darnos a nosotros”, dijo John Hall, consultor republicano de recaudación de fondos y socio en Apex Strategies. “Si uno hace un donativo a casi cualquier candidato republicano actualmente, en unas tres semanas va a empezar a recibir entre 30 y 50 mensajes de texto de otros candidatos de los que nunca ha escuchado hablar”.
La firma de Hall envió sondeos a donantes republicanos este año y halló que la mayoría de los que respondieron dijeron que seguían recibiendo solicitudes en mensajes de texto después de que habían pedido que se les retirara de una lista.
“Los donantes sienten que nunca les dan las gracias, se sienten blanco de abusos, y no saben cómo salirse de las listas”, señaló Hall. “Esto tiene un efecto paralizador en la recaudación de fondos de todo el mundo”.
Los donantes de montos pequeños se sienten frustrados
Los donantes de montos pequeños se hicieron eco de las preocupaciones de Hall. Le dijeron a la AP que le dejaron de darle al equipo de campaña de Trump porque estaban cansados de ser bombardeados con solicitudes de donativos de parte de otros republicanos, que presumiblemente obtuvieron la información sobre donantes de parte del equipo de campaña de Trump. Otros dijeron que estaban siendo más cautelosos con respecto a los donativos políticos que hacen debido a que se encontraban en apuros financieros.
“Estoy harta de que ellos me pidan dinero”, dijo Susan Brito, una residente de Florida de 51 años de edad, que dio docenas de donativos pequeños por un total de 69 dólares en 2022 y 2023, pero este año no ha contribuido. “Soy discapacitada. Ustedes me mandan texto tras texto tras texto”.
Bill Ruggio, de 70 años, donaba casi cada mes —60 dólares en total— al equipo de campaña de Trump durante 2022 y 2023. Este año no ha contribuido nada. Dice que no tiene dinero en efectivo sobrante y está profundamente frustrado por una andanada de mensajes de texto que recibe de candidatos y comités republicanos.
“Ya ni siquiera veo mis textos durante la temporada política. Simplemente son tantos que extraño los que son personales, porque hay tantos de tipo político”, apuntó Ruggio. “Como que hace enojar”.
Doug Deeken, presidente del Partido Republicano en el condado Wayne, Ohio, dijo que esas quejas son bastante comunes.
“La gente se enoja por los mensajes de texto, y el correo directo, y los correos electrónicos”, observó Deeken, cuyo teléfono estaba lleno de textos de diversos grupos conservadores pidiéndole dinero. “Es molesto. ¡Me hace enojar!”.
El equipo de campaña de Trump culpa a Harris por el desplome en las recaudaciones
Karoline Leavitt, portavoz del equipo de campaña de Trump, no respondió directamente cuando se le preguntó acerca de la disminución en las donaciones, pero culpó al gobierno de Biden y a Harris por el hecho de que el país tenga problemas económicos, lo que hace que la gente cuente con menos dinero, algo que “el presidente Trump entiende plenamente”.
Antes de que Trump ingresara a la política, los demócratas dominaban el terreno de los donantes de montos pequeños, pero Trump redujo esa ventaja en 2016, al hacer que su ferviente base le diera pequeños donativos todo el año. Trump recaudó 170 millones de dólares a partir de donantes de montos pequeños, aproximadamente el 52% de su total, según OpenSecrets. Lo que el candidato se llevó a partir de donantes de montos pequeños sobrepasó lo que la nominada demócrata Hillary Clinton obtuvo de esos contribuyentes, una cifra que representaba apenas un poco por debajo del 30% del total que ella recaudó. En 2020 Trump continuó con esa proeza de recaudación de fondos.
El problema este año, dijeron funcionarios y activistas republicanos en estados cruciales en los comicios, es que las persistentes solicitudes de recaudación de fondos de parte de equipos de campaña y comités han llevado a los votantes a preguntarse si su dinero realmente le está llegando a Trump. Una razón de esto es que equipos de campaña más pequeños están rentando grandes listas con correos electrónicos. Esto significa que alguien que se ha inscrito para recibir correos electrónicos de Trump podría recibir correos electrónicos de parte de una serie de candidatos republicanos, generando escepticismo con respecto a dónde está yéndose su dinero en realidad.
“Es el número total de textos que la gente está recibiendo y las solicitudes de recaudación de fondos que están llegando. Eso causa la confusión”, dijo Shannon Burns, destacada activista republicana en Ohio y abierta simpatizante de Trump. Burns dijo que los donantes se sienten “bombardeados” por los intentos de una serie de grupos de contactarlos en una forma que frecuentemente es intensa, lo que hace que los partidarios de Trump se hagan preguntas. Esas preguntas eran tan frecuentes, dijo, que en un momento dado comenzó a proporcionar la dirección de correo físico a la que un simpatizante de Trump podía enviar un cheque.
El equipo de campaña de Trump ha tratado de que los comités dejen de usar su nombre e imagen en solicitudes de recaudación de fondos. También le envió una carta de cese y desistimiento a los comités republicanos más importantes en Washington en 2021, exhortándolos a dejar de usar su nombre en las solicitudes para recaudar dinero.
Aún respaldan a Trump en las casillas electorales
Trump ha experimentado incrementos en la recaudación de fondos por montos pequeños en este ciclo electoral, como en los días posteriores a que fuese declarado culpable en mayo de un delito grave y cuando un hombre armado intentó asesinarlo en julio. Pero esos repuntes no han compensado un declive constante en los donativos de personas como Stephen Buckhalter.
Buckhalter, de 78 años, se retiró del sector de los seguros hace un año y donó 120 dólares a la campaña de Trump en 2022 y 2023. Este año ya no lo hizo.
“El costo de la vida ha llegado a un punto en que ya no queda gran cosa a fin de mes”, señaló. “Cuando pagas todo este dinero adicional por alimentos y gasolina y seguros y la renta… eso no deja mucho dinero adicional que ingrese al final del mes”.
Cuando se le preguntó si su decisión de dejar de donar indica que ya no respalda a Trump, Buckhalter fue contundente: “Caramba, no”.