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En esta imagen proporcionada por la Casa Blanca, el presidente Joe Biden, junto con miembros de su equipo de seguridad nacional, recibe una actualización sobre el ataque de Irán a Israel, en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, el sábado 13 de abril de 2024, en Washington. De izquierda a derecha, frente a Biden, están: William Burns, director de la CIA; Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional; el secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. (Photo: AP/Adam Schultz/La Casa Blanca)

Estados Unidos destacó su papel en ayudar a Israel a frustrar el ataque aéreo de Irán, mientras que el presidente Joe Biden convocó a los líderes del Grupo de los Siete para intentar evitar que el conflicto se extienda por la región y coordinar una reprimenda mundial a Teherán.

Washington ayudó al gobierno israelí a derribar decenas de aviones no tripulados y misiles disparados por Irán el sábado, la primera vez que Teherán lanza un ataque militar directo contra Israel. Las autoridades israelíes dijeron que el 99% de los misiles lanzados fueron derribados sin que causaran daños significativos.

Funcionarios estadounidenses indicaron que, a pesar del alto índice de interceptación, la intención de Irán era “destruir y causar víctimas” y que, de haber tenido éxito, los ataques habrían provocado un agravamiento “incontrolable” del conflicto en todo Oriente Medio. Funcionarios estadounidenses indicaron que Biden le dijo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en un intento por contener las tensiones, que Washington no participaría en ninguna acción ofensiva contra Irán, y el presidente le dejó “muy claro” a Netanyahu “que tenemos que pensar cuidadosa y estratégicamente” sobre los riesgos de que el conflicto se extienda.

La presión para alentar a Israel a mostrar moderación es similar a las iniciativas estadounidenses para frenar la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, que ya va en su séptimo mes, y para hacer más con el fin de proteger la vida de los civiles en el territorio.

Aunque Estados Unidos y sus aliados estuvieron preparándose durante días para un ataque de este tipo, los lanzamientos se situaron en el «límite superior” de lo previsto, según los funcionarios, que no estaban autorizados a declarar públicamente sobre el asunto y hablaron a condición de guardar el anonimato.

En un momento dado, al menos 100 misiles balísticos de Irán estuvieron en el aire simultáneamente con apenas unos minutos de vuelo hasta Israel, dijeron los funcionarios. Biden y altos funcionarios monitorearon los disparos y los intentos de interceptación en tiempo real en la Sala de Crisis de la Casa Blanca. Los funcionarios dijeron que hubo “alivio” en la sala una vez que vieron que las medidas antimisiles habían tenido éxito.

Un alto funcionario militar de Estados Unidos dijo que aviones estadounidenses derribaron más de 70 drones y misiles de crucero, mientras que destructores estadounidenses en el Mediterráneo oriental derribaron entre cuatro y seis misiles balísticos, y una batería estadounidense de misiles Patriot en Irak derribó otro más.

“Bajo mi dirección, y para apoyar la defensa de Israel, las fuerzas armadas de Estados Unidos desplazaron aviones y destructores de defensa contra misiles balísticos a la región en el transcurso de la semana pasada”, declaró Biden en un comunicado el sábado por la noche. “Gracias a estos despliegues y a la extraordinaria habilidad de nuestros militares, ayudamos a Israel a derribar casi todos los drones y misiles que se aproximaban”.

Funcionarios gubernamentales dijeron que la llamada demostró que, a pesar de las diferencias sobre la guerra en Gaza, el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Israel es “férreo” y que Estados Unidos volvería a organizar un despliegue similar si fuera necesario.

Los funcionarios rechazaron la idea de que Irán diera intencionalmente a Israel y Estados Unidos tiempo para prepararse para un ataque, pero dijeron que aprovecharon el tiempo que Teherán necesitó antes de estar listo para lanzar el ataque con el fin de preparar su respuesta. Los funcionarios dijeron que Irán comunicó a Estados Unidos mientras se desarrollaba el ataque el sábado en la noche que lo que se veía era la totalidad de su respuesta. El mensaje fue enviado a través del gobierno suizo, ya que ambos países no mantienen relaciones diplomáticas directas.

Biden, en una llamada con Netanyahu el sábado por la noche, instó a Israel a reivindicar la victoria por su destreza defensiva, a la vez que el presidente intentó persuadir al aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Medio a no emprender un ataque de represalia de mayor envergadura contra Irán, indicaron los funcionarios.

“Le dije que Israel había demostrado una capacidad notable para defenderse y derrotar incluso ataques sin precedentes, enviando un claro mensaje a sus enemigos de que no pueden realmente amenazar la seguridad de Israel”, afirmó Biden en su declaración posterior a la llamada.

Biden mantuvo una llamada el domingo con el rey Abdalá II de Jordania, en la que el monarca dijo que cualesquiera “medidas progresivas” por parte de Israel derivarían en un conflicto más amplio en la región, según la Corte Real. La Casa Blanca dijo que se habló sobre la situación en Gaza, y los líderes reafirmaron su cooperación “para encontrar un camino que ponga fin a la crisis lo antes posible”.

El presidente también habló con algunas de las fuerzas de Estados Unidos que participaron en derribar los drones iraníes.

Más tarde el domingo, Biden habló con los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado, y recalcó la urgente necesidad de que la cámara baja apruebe fondos adicionales para Israel y Ucrania en las guerras que libran.

El secretario de Estado Antony Blinken habló el domingo con los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Turquía para subrayar la “importancia de evitar que el conflicto se extienda y coordinar una respuesta diplomática”, dijo un portavoz del departamento.

Tras la videoconferencia del G7 del domingo, los gobernantes emitieron una declaración conjunta en la que condenaron “inequívocamente y en los términos más enérgicos” el ataque directo de Irán, expresaron “nuestra plena solidaridad y apoyo a Israel” y reafirmaron “nuestro compromiso con su seguridad”.

El Grupo de los Siete —conformado por Estados Unidos, Italia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido y Canadá— dijo también que Irán, “con sus acciones, ha dado un paso más hacia la desestabilización de la región y corre el riesgo de provocar un agravamiento regional incontrolable”. Dijeron que sus naciones “están dispuestas a tomar nuevas medidas ahora y en respuesta a ulteriores acciones desestabilizadoras».

Un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos dijo que algunos de los países hablaron sobre la inclusión del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista de organizaciones terroristas y aplicar nuevas sanciones contra Teherán, aunque no se tomaron decisiones definitivas.

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