La Casa Blanca no descarta imponer nuevas sanciones contra el Ejecutivo de Managua con el objetivo de que el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, “rindan cuentas”.
Miami, EE.UU. — El enviado especial del presidente de Estados Unidos para asuntos relacionados con el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, aseguró este martes que Nicaragua se ha convertido “en una república donde reina el miedo” tras la “farsa electoral” del 7 de noviembre.
“Con este paso ha perdido toda pretensión de un mandato democrático”, manifestó el alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos al tiempo que denunció “las gravísimas violaciones de derechos humanos” al encarcelar a candidatos opositores y otros activistas que expresaron su rechazo al Gobierno nicaragüense y a un proceso electoral desconocido por la mayoría de países de la comunidad internacional.
“Con la pantomima de elección que tuvo lugar el 7 de noviembre, Nicaragua ha pasado de ser una democracia frágil a convertirse en un régimen completamente autocrático. Resulta paradójico que Ortega y Murillo estén estableciendo una dictadura dinástica dirigida por una familia, al igual que lo hizo la dictadura de Somoza, que fue derrocado por los sandinistas hace 40 años”, expuso Zúñiga durante una conferencia de prensa vía telefónica.
Baja participación en Nicaragua
Sobre la cita electoral, que se celebró bajo un clima de gran desconfianza desde el exterior, el enviado especial de la Casa Blanca subrayó que la participación fue muy baja ya que “los centros de votación estuvieron prácticamente vacíos” durante toda la jornada.
“El pueblo nicaragüense, privado de una elección libre y justa, dio mayormente la espalda al Gobierno de Ortega-Murillo y optó por quedarse en casa”, dijo convencido de que a partir de “ahora debemos enfocarnos en el futuro” y en el rumbo que tome el país centroamericano.
El pueblo pide “elecciones libres y justas”
En su opinión, el reclamo del pueblo nicaragüense pasa por la liberación de líderes opositores y activistas encarcelados, así como la “invalidación de las leyes represivas que limitan la libertad de expresión y restringe a la sociedad civil”.
“[El pueblo] quiere un gobierno que rinda cuentas y que esto incluya un sistema político transparente que permita inversiones a largo plazo, mayores oportunidades laborales y un sistema judicial al servicio del pueblo y no tan solo de quienes tienen el poder, y de poder elegir a sus líderes en elecciones libres y justas”, comentó.
Estados Unidos dispuesto “a ayudar al pueblo nicaragüense”
En ese sentido, insistió en que “Estados Unidos y la comunidad internacional tienen más determinación que nunca de ayudar al pueblo nicaragüense en su esfuerzo para lograr un futuro democrático” para Nicaragua. Para ello, considera esencial seguir trabajando con los socios de la región latinoamericana para dar una respuesta común y seguir presionando al Ejecutivo centroamericano.
“Los Estados miembros de la OEA (Organización de los Estados Americanos) se pronunciaron claramente en defensa de la democracia y los derechos humanos en Nicaragua, a través de resoluciones adoptadas por mayoría abrumadora en junio y octubre de este año”, dijo.
Con todo, el propósito de la Casa Blanca es “mantener una coalición amplia para apoyar la democracia e instar a una resolución firme que establezca un proceso para adoptar medidas adicionales al amparo de la Carta Democrática Interamericana”.
“Los países de la OEA deben exigir juntos la restauración de la democracia en Nicaragua y la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos detenidos por ejercer sus derechos humanos”, comentó aclarando que Estados Unidos sigue “evaluando medidas diplomáticas y económicas que contribuyan a que el Gobierno de Ortega-Murillo rinda cuentas”.
No se descartan más sanciones
Además, celebró que el Congreso de Estados Unidos diera luz verde a la nueva versión de la Ley de Reforzamiento de la Adherencia de Nicaragua a a las Condiciones para la Reforma Electoral, conocida como ley Renacer, para presionar al Gobierno de Ortega a través de la vía diplomática, por lo que no se descartan “más sanciones” y “otras medidas” contra Managua.
“Consideramos positivo el mensaje general y bipartidista que transmitió el Congreso al aprobar la ley Renacer, así como los nuevos instrumentos que crea esa ley”, expresó Zúñiga.
De hecho, un alto funcionario estadounidense admitió en una entrevista con la agencia Reuters que el Gobierno norteamericano planea anunciar nuevas sanciones y otras acciones punitivas “muy pronto” en respuesta a la reelección de Daniel Ortega.
Según el funcionario, las medidas serían las primeras de una serie de pasos que el Gobierno de EE. UU. continuará “aumentando con el tiempo”.
El senador republicano Rick Scott, que también apoyó la ley Renacer en la Cámara Alta, dijo en declaraciones a la Voz de América que “la democracia es muy importante y es importante que Estados Unidos apoye a todos los que luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
“Las elecciones en Nicaragua son una farsa y es importante que la comunidad internacional apoyen a aquellos que luchan por la libertad y la democracia”, declaró.