El presidente del componente europeo de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat), el español Javi López, considera que Europa tiene que «aprender a escuchar a América» y «tratar de tú a tú» a una región que reclama su propia voz.
«Europa tiene mucho que aprender de América, aprender a escuchar su realidad, sus posiciones, sus razones. Si queremos ser un actor global en el mundo, necesitamos tratar de tú a tú a un mundo que ha cambiado, que reclama voz propia, con un sur global coordinado, con intereses y con grandes actores como Brasil jugando un papel vertebrador internacional», dijo López este martes en una entrevista a EFE en Santo Domingo, donde estos días se reúne Eurolat.
En su opinión, en el último año se ha vivido «un salto cualitativo» en las relaciones entre América Latina y la Unión Europea (actualmente la presidencia de turno la ostenta España), como demuestran la cumbre de este verano entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o el plan de inversiones Global Gateway por valor de 45.000 millones de euros (unos 47.000 millones de dólares al cambio actual) hasta 2027 para conseguir la triple transición digital, verde y social de la región.
En un momento de «tanta turbulencia internacional, de tantas tensiones», añadió, «la relación entre la Unión Europea y América Latina juega un papel de amortiguador de la lógica de bloques. Nos aleja de la lógica bipolar que es tan peligrosa para el planeta (…) Esperamos entre todos reconstruir un método multilateral más inclusivo, más representativo, más eficaz para un nuevo orden mundial».
Trabajar juntos en migración, medioambiente y digitalización
Esta reunión de las comisiones de Eurolat que Santo Domingo acoge desde hoy hasta el jueves tiene tres ejes principales: migración, agenda digital y lucha contra el cambio climático.
Para López, la migración es un fenómeno «global, creciente», del que América Latina no está al margen y «vive una crisis migratoria sin precedentes».
Otro de los grandes temas de esta cita es el cambio climático, como se reflejará en su declaración final, con un mensaje a la próxima Cumbre del Clima de Dubái o la necesidad de financiación climática y de apoyar iniciativas como el canje de deuda por protección de la biodiversidad mediante bonos verdes.
El cambio climático «se acelera, es una evidencia» y, ante ello, hay que «acelerar la descarbonización, la adaptación» a través de la financiación climática y cooperar más en el ámbito de la agenda medioambiental, según López.
Otro asunto que preocupa a Eurolat es la seguridad alimentaria: «Estamos muy alarmados porque la interacción entre la pandemia y (…) la subida de precios tan fuerte de los dos últimos años en los alimentos puede provocar que vuelva el hambre a lugares y a capas de la población de donde se había extirpado», alertó.
Ante esta posibilidad, subrayó la necesidad de tener una política de seguridad alimentaria en el mundo, «y ahí juega un papel muy importante América Latina».
Haití y Gaza, tristes protagonistas de la actualidad internacional
Haití es otro de los grandes temas de la reunión de Eurolat, necesita ayuda de forma urgente y que la comunidad internacional se involucre: «lamentablemente hoy es un no país y tiene capacidad para distorsionar a sus vecinos, especialmente a República Dominicana, pero también a toda Centroamérica, con unos problemas gigantescos de crimen organizado».
«Necesitamos que Europa ponga un poco más el foco en lo que pasa en Haití», una Europa que en estos momentos está centrada en sus vecinos «literalmente en llamas».
La guerra de Israel y Gaza no podía estar ausente de la declaración de la Eurolat. López anunció que se pedirá una tregua humanitaria que garantice el acceso de ayuda a la Franja e hizo hincapié en la necesidad de encontrar una salida política a medio plazo al conflicto, a fin de que los dos Estados convivan en paz.
«Expresamos nuestra enorme preocupación por la grave situación humanitaria que vive Gaza, es inaceptable», recalcó López, quien también mostró su «más enérgica condena» a los ataques terroristas del grupo islamista Hamás contra Israel, pero su respuesta «tiene que estar dentro de los límites establecidos por el Derecho Internacional Humanitario».
Y este «muy convulso» contexto internacional está haciendo de «catalizador» para los cambios internos de Europa, en especial la guerra en Ucrania, «la sacudida más importante para la UE desde la caída del Muro de Berlín», un conflicto que está cambiando Europa, «acelerando la ampliación» e imprimiendo velocidad a la transición ecológica y la apuesta por las renovables.