Washington, EE.UU.– El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, autorizó personalmente la decisión de solicitar la orden de registro del pasado lunes a la residencia del expresidente Donald Trump en Florida y ha pedido este jueves autorización a un tribunal del sur de este estado para que haga pública dicha orden.
En una breve declaración tras la cual no aceptó preguntas, Garland defendió la legalidad del registro y señaló que este tipo de decisiones no se toman «a la ligera».
Siempre que es posible, aclaró, se opta por medios «menos intrusivos» como alternativa.
La orden de registro fue autorizada por un tribunal federal y el inventario de propiedad es un documento que la ley federal exige que las fuerzas del orden dejen al dueño del lugar.
El primero en informar de la redada a la mansión de Florida había sido el propio Trump en sus redes sociales: «Es su derecho», dijo el fiscal general, según el cual los abogados del exmandatario republicano (2017-2021) recibieron ese mismo día una copia de la orden de registro y del inventario del FBI.
Garland destacó que la adhesión al estado de derecho es el «principio fundamental» del Departamento de Justicia y de la democracia estadounidense, y apuntó que nadie está por encima de la ley.
«Defender el estado de derecho significa aplicar la ley de manera uniforme sin temor ni favoritismo. Bajo mi supervisión, eso es precisamente lo que está haciendo el Departamento de Justicia», dijo en esa breve intervención televisada, en la que criticó los ataques y amenazas lanzados contra las fuerzas del orden.
El registro a la casa de Trump en Palm Beach buscaba recuperar documentos de seguridad nacional que el expresidente no entregó a agentes federales durante una reunión en junio en la que el FBI ya se llevó más material en cumplimiento de una orden judicial.
Así lo apuntan varios medios estadounidenses como CNN y The New York Times, que citan a fuentes conocedoras del caso.
El periódico menciona a dos personas que aseguran que los documentos que permanecían en la residencia de Trump y que no debió llevarse de la Casa Blanca eran «tan sensibles» en materia de seguridad nacional que el Departamento de Justicia tuvo que actuar esta semana.
Aunque Garland no dio detalles de las razones del registro, los medios estadounidenses apuntan que está relacionado con la investigación iniciada a principios de año y solicitada por los Archivos Nacionales para recuperar la documentación que Trump se había llevado.
Christina Bobb, una de las abogadas del expresidente, ha dicho en varias entrevistas esta semana que estaba en Mar-a-Lago cuando se produjo la redada y que el FBI se llevó aproximadamente doce cajas de la residencia.
A lo largo de este jueves, antes y después de la comparecencia de Garland, Trump se ha limitado a acusar en redes sociales al también expresidente Barack Obama de haberse llevado documentos cuando dejó el poder.
“¿Qué pasó con los 30 millones de páginas de documentos que Barack Hussein Obama se llevó de la Casa Blanca a Chicago? ¡Se negó a devolverlos! ¿Qué está pasando? Este acto estaba fuertemente en desacuerdo con los Archivos Nacionales. ¿Irrumpirán en la “mansión” de Obama en Martha’s Vineyard?”, espetó..
Según Trump, Obama envió 30 millones de páginas de los registros de su Administración a Chicago con la promesa de digitalizarlos y eventualmente ponerlos en línea y más de cinco años después de que terminara su presidencia, la web de los Archivos Nacionales «revela que no se han digitalizado ni divulgado páginas”.