Biden retomó sus actos de campaña por la reelección con un discurso en conmemoración a los tres años del asalto al Capitolio, que se centró en la necesidad de proteger la democracia de la «amenaza» que representa su hasta ahora principal oponente republicano, el expresidente Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marcó este viernes el tercer aniversario del asalto al Capitolio con un simbólico acto de campaña en el histórico Valley Forge, en Pensilvania, desde donde reiteró su llamado a proteger la democracia frente a la «amenaza» que representa su principal oponente en la carrera presidencial, su antecesor Donald Trump.
“Hoy estamos aquí para responder la más importante de las preguntas: ¿Es la democracia todavía una causa sagrada para Estados Unidos?”, se preguntó el mandatario al comenzar el evento, que debía celebrarse el sábado 6 de enero pero se adelantó un día debido a pronósticos del clima que prevén una tormenta de nieve para la costa este del país.
Valley Forge acogió uno de los campamentos de invierno de George Washington así como un emblemático episodio de patriotismo en la Guerra de Independencia contra el Imperio Británico. Desde ese simbólico escenario, Biden recordó el isnólito ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, que dejó unos nueve muertos – entre ellos dos policías-, más de 150 agentes heridos y unos 1.100 asaltantes acusados ante tribunales.
Desde Pensilvania, el mandatario hizo referencia al nacimiento del país y a la lucha de George Washington contra los británicos, “no por conquista, sino por libertad”. “Una causa sagrada”, dijo Biden, citando a quien fuera el primero de sus predecesores, el primer mandatario.
“Murieron porque Donald Trump congregó a una turba en Washington; prometió que sería ‘salvaje’ y lo fue (…) luego, como de costumbre, dejó que otros se encargaran de hacer el trabajo sucio y se retiró a la Casa Blanca. Mientras Estados Unidos era atacado, él veía la televisión”, dijo el mandatario al recordar el papel de su predecesor al organizar una protesta frente a la Casa Blanca desde la que miles de sus seguidores se acabarían dirigiendo a la sede del Legislativo.
Borrar el pasado
Asimismo, denunció que parte de la oposición, liderada por el propio exmandatario haya intentando en los últimos meses restarle importancia al ataque. “Al intentar borrar los sucesos del 6 de enero, Trump está intentando robarse la historia, igual que quiso robarse las elecciones”, advirtió.
“Eran insurrectos, no patriotas; no estaban ahí para defender la Constitución, sino para destruirla”, recalcó al referirse a la turba que asaltó el Capitolio. El expresidente Trump, por contra, los ha tildado de «rehenes». Unas 1.200 personas han sido ya condenadas por su participación en los hechos.
El demócrata lamentó que “todo» se debó «a las mentiras de Donald Trump”, cuya negativa a aceptar su derrota en las urnas provocó, a la postre, que por primera vez en la historia el país no se produjera un traspaso de poderes pacífico.
Biden recordó que su contrincante republicano, que este año vuelve a aspirar a la Casa Blanca, perdió el voto popular por más de 7 millones y fracasó en 60 procesos judiciales en los tribunales. “Trump perdió, recuento tras recuento, estado tras estado”.
«Agotó todos los recursos legales posibles para revertir el resultado de las elecciones, todos ellos; pero la vía legal solo le devolvía a la verdad: que yo gané las elecciones y que él es un perdedor”, agregó.
Según el equipo del mandatario, este busca la reelección como si «el destino de la democracia (de EEUU) dependiera de ello, porque así es».
Para la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, «la amenaza que Donald Trump representó en 2020 para la democracia estadounidense no ha hecho más que volverse más grave en los años posteriores».
«El 6 de enero fue, ciertamente, un ataque sin precedentes a nuestro núcleo, a nuestros principios fundamentales, a nuestra democracia y al Estado de Derecho en nuestra Constitución. Y esto es algo que el presidente se toma muy en serio», recalcó el jueves la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Contraprogramación de Trump
Por su parte, Donald Trump, principal candidato a la nominación presidencial republicana, tenía previsto celebrar dos actos de campaña en Iowa, donde se celebrarán los tradicionales caucus o asambleas electorales el próximo 15 de enero.
Trump, quien enfrenta 91 cargos penales por sus esfuerzos por revertir su derrota electoral, además de otros procesos federales y estatales, argumenta sin embargo que Biden y los legisladores demócratas son la verdadera amenaza a la democracia al tratar de usar el sistema judicial contra su principal rival electoral.
El expresidente ha calificado a los procesos en su contra como una «cacería de brujas».
«Joe Biden y sus aliados son una amenaza real e inminente a nuestra democracia», aseguraron esta semana los asesores de campaña de Trump, escribieron Chris LaCivita y Susie Wiles.
Sobre el incidente en el Capitolio, el más violento registrado en el recinto desde el ataque de las tropas británicas a Washington en 1812, Trump ha insistido en que ese fue «un día hermoso» y ha calificado a los asaltantes detenidos como «grandes patriotas» a los que consideraría indultar en caso de resultar reelegido.