Priscila Coronado, de 23 años y de origen mexicano, se convirtió a partir de esta semana en «la primera presidenta latina» de la prestigiosa revista Harvard Law Review, un puesto que en la década de los ochenta ocupó el expresidente Barack Obama (2009-2017) como el primero de raza negra.
La publicación, una revista independiente dirigida por estudiantes, señaló que Coronado ha hecho «historia» al ser elegida como su presidenta número 136.
La estudiante de la Facultad de Derecho de Harvard dice que sus antecedentes ayudaron a dar forma a su perspectiva sobre la ley, pero advierte de que no quiere que su logro se «transforme en una especie de narrativa de ‘minoría modelo'», señaló la revista.
«Creo con cada onza de mi alma que hay innumerables otras latinas que son igualmente incisivas en su lógica y razonamiento, pero que nunca tendrán una oportunidad como esta», expresó en la prestigiosa revista.
Coronado contó que se crió en Downey (California), un suburbio en el sureste de Los Ángeles, como la hija menor de dos inmigrantes mexicanos, y se graduó con honores en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
«Fui la primera en mi familia en asistir a la universidad», expresó.
Sobre su elección por la abogacía señaló que le puede permitir «realizar cambios significativos e interactuar con personas de diferentes orígenes».
La latina trabajó en el Centro Legal de Derechos de Discapacidad en Los Ángeles, lo que «confirmó» su interés en ir a la facultad de Derecho.
«Me involucré con Harvard Law Review porque sabía que me encantaba leer, escribir e investigar», agregó.
La estudiante dijo que la revista «ha hecho un progreso importante en la diversificación de nuestra junta de editores, aunque aún queda trabajo por hacer. Tengo la esperanza de que daremos más pasos en mi año como presidente».
«Es un honor que mis compañeros me hayan confiado esta institución. También significa mucho ser parte de un momento histórico», subrayó sobre ser la primera hispana.
Aclaró que no quiere restar importancia a «la forma tangible en que crecer en un hogar de clase trabajadora de dos inmigrantes mexicanos ha dado forma a mi perspectiva sobre la ley.
«Son fundamentales para la perspectiva editorial que traigo», reiteró.