El Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePI-PR) reveló esta semana que, tras realizar un estudio del estado del litoral tras el paso del devastador huracán María en 2017, observó una migración de la línea de la costa y de las playas hacia dentro de la isla.
“Aproximadamente 99 kilómetros de línea de costa habían migrado hacia tierra adentro de Puerto Rico para julio del 2018″, explicó la doctora Maritza Barreto, investigadora principal del estudio que se realizó en 44 municipios costeros.
«Los municipios con mayores secciones de migración de línea de costa hacia tierra adentro para este periodo fueron Vieques, Cabo Rojo, Arecibo, Humacao, Isabela, Vega Baja, Fajardo, Luquillo, Loíza y Hatillo”, precisó Barreto, la mayoría de ellos ubicados en el norte y en el oeste de Puerto Rico.
El CoRePI-PR, adscrito a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP) en San Juan, presentó los cambios de extensión registrados en 1.285 playas de la isla caribeña.
“La migración de línea de costa hacia tierra adentro pudiera representar un aumento en la exposición de la población, infraestructura y servicios al alcance del efecto de inundaciones costeras ante nuevos eventos”, añadió Barreto.
La oceanógrafa geológica advirtió que “la migración de la línea de costa y de playa es un asunto de importancia que todos los sectores tienen que atender con urgencia. El no insertar la migración de línea de costa y playa dentro del manejo costeros producirá decisiones incorrectas”.
Durante la presentación también se recomendaron, a partir de conocer la situación de los cambios costeros y la caracterización de los atributos de la costa, unos 48 cursos de acción para solucionar el problema de erosión en la isla.
Por su parte, Andrés García, coordinador federal adjunto de Recuperación por Desastre de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), manifestó que “estos hallazgos subrayan la importancia de la mitigación como parte de los esfuerzos de recuperación en Puerto Rico».
Esta investigación se realizó en los últimos tres años con una subvención de 1,4 millones de dólares de FEMA a través de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3).
«Atender asuntos como la erosión costera ayuda a proteger a nuestras comunidades y la infraestructura esencial como carreteras y demás elementos que son impactados indirectamente por los efectos del cambio climático”, concluyó García.
El paso del huracán María causó una gran destrucción en Puerto Rico y el corte total de electricidad, que dejó a algunos puertorriqueños hasta un año sin acceso al servicio eléctrico.
Las autoridades de la isla cifraron en un inicio los muertos por el huracán en 64 personas, pero estudios posteriores elevaron ese dato hasta los 3.000 fallecidos.