San Juan.- El alcalde del municipio puertorriqueño de Cataño, Julio Alicea Vasallo, que asumió el cargo en diciembre pasado con promesas de acabar con la corrupción pública, se querelló este sábado por un acto de intimidación con armas de fuego contra su persona y su equipo de trabajo.
Alicea Vasallo explicó en un comunicado que mientras estaba con su equipo municipal recogiendo escombros cerca del residencial público Juana Matos escucharon «una ráfaga de tiros muy cerca».
«Acto seguido, un carro marca Toyota Corolla gris oscuro pasa con tres ocupantes y uno de ellos cargaba un arma larga, la cual dejó que se viera a simple vista de parte de todos los que estábamos laborando», continuó el alcalde en sus declaraciones.
Con pocos minutos de diferencia, otro vehículo del mismo modelo pasó cerca con dos individuos a bordo y disminuyó la velocidad significativamente a la altura del grupo.
«Uno de los ocupantes mostró un cartel con manchas rojas, simulando sangre, y le repliqué que lo dejara en el piso, acción que no hizo», agregó Alicea Vasallo.
El alcalde calificó lo sucedido de «acto sospechoso e irregular» y aseguró que lo atenderá «de forma responsable con las entidades de seguridad necesarias».
«No perderé el enfoque de mi trabajo con el pueblo y señalando lo que esté mal. Reitero, la seguridad de mi pueblo es prioridad. Cataño, con la inmensa mayoría de residentes honestos y respetuosos de la ley, no puede dejarse ‘gobernar’ por los que actúan al margen de ella», subrayó.
Agentes de la División de Agresiones del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Bayamón se encuentran a cargo de la investigación de este caso.
La Policía informó en un comunicado del suceso y de la querella del alcalde, recogiendo sus alegaciones sobre lo ocurrido.
El responsable municipal indicó que no ofrecerá declaraciones adicionales «para no contaminar la labor de los encargados de esclarecer este hecho particular».
Alicea Vasallo asumió la alcaldía de Cataño en diciembre pasado, después de que su predecesor, Félix «El Cano» Delgado, se declarara culpable de participar en un esquema de corrupción por el que recibió pagos en efectivo a cambio de adjudicar contratos a una empresa.
Tras la renuncia de Delgado, ejerció como alcalde de forma interina Gabriel Sicardó, quien intentó quedarse en el puesto y mantuvo una pugna con Alicea Vasallo.
Al jurar el cargo, el nuevo alcalde prometió sacar por fin «las manzanas podridas» del municipio puertorriqueño y dedicar más recursos a la auditoría interna para luchar contra la corrupción.