San Juan, Puerto Rico.- El Departamento de Salud de Puerto Rico emitió este lunes una alerta sobre la enfermedad leptospirosis e investiga siete casos sospechosos en la isla ante las inundaciones causadas por el huracán Fiona hace una semana.
Los siete casos sospechosos identificados hasta ahora se encuentran bajo investigación y a la espera de los resultados pero, por tratarse de una enfermedad letal, todos los pacientes comenzaron el tratamiento de antibiótico.
Se trata de cuatro hombres y tres mujeres de edades comprendidas entre los 10 y los 69 años, que fueron detectados en las regiones de Bayamón, Metro, Ponce, Caguas y Mayagüez, según el comunicado de Salud.
«La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que puede causar condiciones de salud graves en los riñones, hígado, meningitis, dificultad para respirar y sangrado. Es una enfermedad que podría ser letal», indicó el secretario de Salud, Carlos Mellado.
El secretario insistió en que la ciudadanía debe principalmente alejarse de las aguas contaminadas.
La leptospirosis es una enfermedad que puede afectar a las persones que entren en contacto con agua contaminada con la orina de animales infectados.
El lunes pasado, 19 de septiembre, se compartió un aviso sobre la enfermedad a todos los centros de salud y una guía para el manejo de casos de pacientes.
Entre los primeros síntomas de la enfermedad destacan: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, ojos enrojecidos, vómitos, diarrea, dolor abdominal, ictericia (piel y ojos amarillentos), sarpullido y tos.
Algunas recomendaciones de Salud para evitar contagiarse con leptospirosis son no caminar, nadar, bañarse o tragar agua de inundación o de cualquier cuerpo de agua que pueda estar contaminado con orina de animales.
También se aconseja cubrir las cortaduras de la piel con vendas a prueba de agua, no caminar descalzo, no utilizar agua de inundación para limpiar la casa o lavar la ropa y mantener los alimentos y la basura en recipientes cerrados.
Junto a otros daños catastróficos, Fiona dejó muchas áreas de Puerto Rico inundadas y provocó cortes en el suministro de agua potable, lo que ha favorecido que la población recurra a aguas no aptas.