El gobierno de Puerto Rico cierra el único zoológico que tiene la isla tras años de denuncias de negligencia, falta de recursos y muertes de animales que fueron señaladas por activistas.
El Zoológico Dr. Juan A. Rivero, en la ciudad de Mayagüez, en la costa occidental de la isla, está cerrado desde el paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017, y muchos activistas han cuestionado la situación y el futuro de los más de 300 animales confinados allí.
La clausura permanente de la instalación de 18 hectáreas (45 acres) fue anunciada el lunes por el gobierno de la isla, mientras las autoridades federales investigan denuncias de maltrato de animales.
“El bienestar de los animales va primero”, declaró a reporteros el gobernador Pedro Pierluisi. “Ha habido señalamientos por mucho tiempo”.
Hace unas semanas, el fiscal federal Stephen Muldrow anunció que expertos del Refugio de Animales Silvestres en Colorado inspeccionarán a los animales en Puerto Rico y que “el cuidado atento y humano de todos los animales de zoológicos es una prioridad del Departamento de Justicia”.
Funcionarios del refugio visitaron el zoológico el pasado domingo, una inspección que iba a realizarse en 2017, antes de los huracanes, dijo a The Associated Press el director ejecutivo del refugio, Pat Craig, destacando que incluso en ese entonces había preocupaciones por el estado de los animales.
“El zoológico definitivamente se ha deteriorado”, expresó Craig. “Usted se podrá imaginar que las instalaciones quedaron un tanto abandonadas y dilapidadas”.
Dijo que los animales en su mayoría están lo suficientemente saludables como para ser transportados, aunque destacó que un león tiene una protuberancia en una pata que los veterinarios todavía están revisando.
Craig dijo también que le preocupa el único chimpancé que tiene el zoológico debido a que los simios necesitan socializar.
Declinó dar más detalles, explicando que tiene limitaciones sobre la cantidad de información que puede difundir debido al involucramiento del Departamento de Justicia. Sin embargo, añadió que el equipo no halló nada que requiera atención inmediata.
En febrero de 2018, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos le revocó la licencia de exhibición al zoológico debido a una gran cantidad de infracciones en años anteriores, incluyendo un tigre tan desnutrido que tuvo que ser sacrificado y un puma que estaba confinado a un espacio demasiado estrecho.
Anteriormente, una comisión designada por el gobierno había planteado inquietudes sobre dos pumas que murieron, un chimpancé desnutrido y un rinoceronte llamado Felipe que cojeaba. También señaló que decenas de animales necesitaban vacunas o pruebas físicas, y que un canguro y un puercoespín estaban entre los animales que no tenían un refugio.
En enero, funcionarios anunciaron que un oso negro de nombre Nina, que tenía más de 20 años, había fallecido por complicaciones de salud que no se dieron a conocer luego de que dejó de comer. No se han publicado los resultados de una necropsia. Los osos negros pueden vivir hasta 35 años en cautiverio.
Craig dijo que estima que su grupo transferirá hasta el 50% de los animales del zoológico sin costo alguno para el gobierno de Puerto Rico. Sin embargo, no se llevarían a los primates o a las aves exóticas por el clima de Colorado.
El Departamento de Recursos Naturales de Puerto Rico ha dicho que está cooperando con los planes para transferir a los animales y con la investigación en curso en el zoológico, que abrió sus puertas en 1954.
“No hemos escatimado en la búsqueda de alternativas para que… se garantice el mejor cuidado posible y la seguridad de todas las especies que allí habitan”, dijo la secretaria del Departamento de Recursos Naturales, Anaís Rodríguez, quien añadió que no fue sino hasta hace unos años que la agencia asumió la responsabilidad del zoológico.
Activistas celebraron el cierre del zoológico, incluido Christian Ríos, quien también es presidente de la comisión de derechos de los animales en la Asociación de Abogados de Puerto Rico. Pidió una total transparencia mientras las autoridades se alistan para transferir a algunos animales.
“No bajamos la guardia”, comentó Ríos y agregó que aquellos que son responsables deben enfrentar las consecuencias. “Nos da pena que todas estas denuncias se hayan tardado en ser escuchadas”, afirmó.