Las cesáreas se han disparado en Puerto Rico, que tiene una de las tasas más altas del mundo con más de un 50% de nacimientos por cirugía en comparación con el 32% del territorio continental estadounidense, según un nuevo reporte federal.
La tasa de cesáreas en la isla creció entre 2018 y 2022 para todos los grupos de edad menores de 40 años tras permanecer estable durante casi una década, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
El reporte no daba una explicación, pero expertos médicos en Puerto Rico dijeron que podría haber diversos motivos, incluido el deterioro del sistema de salud en la isla.
“En general, los hospitales tienen poco personal y pocos recursos económicos”, dijo el doctor Carlos Díaz Vélez, presidente de la Asociación de Cirujanos de Puerto Rico.
Como resultado, los ginecólogos prefieren programar una cesárea para asegurarse de que tendrán todo el personal médico requerido para un parto, señaló.
“Prefiere que sea organizado a que sea improvisado”, explicó. “Por ese lado, garantiza seguridad”.
En la última década han cerrado más de una docena de paritorios en Puerto Rico porque los médicos se mudan al territorio continental en Estados Unidos y la natalidad ha sufrido una reducción récord, con apenas 17.772 nacimientos reportados el año pasado. Es la cifra más baja desde que comenzaron los registros a finales de la década de 1880.
Diaz dijo que una serie de demandas contra ginecólogos puertorriqueños en la década anterior, que tachó de “frívolas”, también han hecho que los médicos programen cesáreas para reducir los riesgos legales.
Las mujeres también prefieren cesáreas por motivos estéticos o para evitar el dolor, porque habitualmente las compañías de seguros en Puerto Rico no cubren la epidural, señaló la doctora Anette Pérez-Delboy, especialista materno-fetal que trabaja con embarazos de riesgo y antes ejerció en Nueva York.
“En Puerto Rico, la mujer tiene un miedo a lo que es el parto vaginal”, comentó.
Pérez-Delboy coincidió con Díaz en que la falta de personal médico también ha contribuido a impulsar las tasas de cesáreas. Además, señaló que el incremento de los tratamientos de fecundación in vitro ha aumentado el número de embarazos gemelares, que a su vez conlleva más cesáreas para evitar partos de riesgo.
Pérez-Delboy también dijo que los médicos que se incorporan al sector no tienen buena formación sobre el uso de fórceps o ventosas, y como resultado optan por las cesáreas para evitar demandas.
“Para un médico en Puerto Rico es mejor hacer una cesárea que paga más, que lo tiene a tiempo, que tiene menos riesgo a litigación y la mamá sale más contenta”, explicó. Médicos y pacientes están al tanto de que el parto vaginal es preferible, añadió. “Todo el mundo lo sabe y todo el mundo lo entiende, pero te tienes que poner en la posición de estos médicos”.
En los últimos años, los partos por cesárea en Puerto Rico se incrementaron en más de un 10% en tres de seis municipios que reportaron al menos 1.000 nacimientos, según el informe de los CDC.
El mayor aumento se produjo en madres menores de 20 años, un tramo en el que pasó del 37% a más del 42%, según el reporte.
El Departamento de Salud de Puerto Rico ha dicho que más de la mitad de las cesáreas realizadas en la isla no tenían justificación médica, y que casi el 80% de las mujeres que pasaron por la intervención nunca habían mostrado factores de riesgo.
Heidi Anne Vera, de 47 años y con dos hijos, es una de las pocas mujeres que tuvo una cesárea por motivos médicos.
“Fue de emergencia”, dijo. “No fue planificada”.
Ella había trabajado con una doula y se había preparado para dar a luz en casa, pero su hijo no estaba bien colocado y la tensión de ella empezó a dispararse. “Eso fue lo que nos hizo decidir ir al médico”.
La Organización Mundial de la Salud recomienda una tasa de cesárea entre el 10% y el 15%, mientras que la tasa media en América es de casi el 40%. Una vez la tasa supera el 10%, no hay evidencias de que las tasas de mortalidad mejoren, según la agencia.
“El incremento continuado y sin precedentes de las tasas de cesáreas es una importante preocupación de salud pública”, dijo la organización en un reporte de 2018.
Las cesáreas están consideradas como un procedimiento seguro, pero la OMS señaló que cualquier cirugía conlleva un riesgo y que la cesárea puede afectar a embarazos futuros o poner la vida de alguien en riesgo si se realiza en un lugar con recursos limitados.
La organización señaló que los factores que contribuyen al aumento de cesáreas son complejos, y algunos de los motivos más comunes son miedo al dolor, la comodidad de planificar un parto y la percepción de que las cesáreas son menos traumáticas para el bebé.
En Estados Unidos en su conjunto, la tasa de cesáreas es mucho menor pero también va en aumento. Tras un declive general entre 2009 y 2019, subió durante tres años seguidos para suponer el 32,2% de los nacimientos en 2022, ligeramente por encima del 32,1% del año anterior.
Los datos de 2023 aún no se han publicado.