El gobernador puertorriqueño, Pedro Pierluisi, y el exgobernador de la isla Ricardo Rosselló se han topado con «cierta resistencia» por parte de los republicanos del Congreso federal para aprobar un proyecto de ley que permita a Puerto Rico decidir su estatus político.
Así lo explicó Rosselló este miércoles en una rueda de prensa en Washington y tras haber participado, junto a Pierluisi, en unos actos de cabildeo al Congreso federal que llevan a cabo esta semana cientos de puertorriqueños que quieren que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de Estados Unidos.
Esos boricuas, agrupados bajo lo que se conoce como Delegación Extendida, han participado en reuniones con legisladores del Congreso federal para pedirles que apoyen un proyecto de ley que permitiría que se celebre un referéndum de carácter vinculante en Puerto Rico.
Ese referéndum daría a los habitantes de la isla la posibilidad de elegir entre tres opciones: independencia, «estadidad» -la opción que favorecen Pierluisi y Roselló- o soberanía en libre asociación.
El principal escollo para que se apruebe ese proyecto de ley son los republicanos, que actualmente tienen la mayoría en la Cámara Baja.
Preguntado al respecto, Roselló reconoció que los republicanos del Congreso han mostrado más resistencia, pero explicó que esta semana se mantuvo una reunión con el equipo del legislador republicano Bruce Westerman, quien preside el comité de recursos naturales de la Cámara Baja, el órgano con jurisdicción en los temas de Puerto Rico.
«Aquí no podemos esconder la realidad. Hay una cierta resistencia que se tiene que derribar», concedió Roselló, gobernador de Puerto Rico entre 2017 y 2019, cuando tuvo que dejar el puesto en medio de protestas.
La mayoría de las reuniones, sin embargo, han sido con miembros del Partido Demócrata, más favorables a la posibilidad de que Puerto Rico decida su estatus.
Pierluisi, quien se identifica con el Partido Demócrata, explicó en la misma rueda de prensa que él personalmente se está enfocando en hablar con los miembros de esa fuerza política y adelantó que tiene previsto reunirse durante su visita a Washington con ocho «prominentes» senadores, todos demócratas y entre los que figura Richard Blumenthal, con el que se vio ayer.
El proyecto de ley para que Puerto Rico pueda celebrar un referéndum fue aprobado en diciembre del año pasado por la Cámara Baja de EE. UU., que entonces estaba en poder de los demócratas pero que en enero pasó a los republicanos después de que estos la ganaran en las elecciones legislativas de noviembre.
Al renovarse el Congreso con esos comicios, el proceso legislativo para aprobar la iniciativa sobre Puerto Rico ha tenido que empezar de cero.
En abril, un grupo de legisladores demócratas volvió a introducir formalmente esa iniciativa, conocida de manera técnica como H.R. 2757, y el siguiente paso sería que ahora fuera estudiado y votado en el comité de recursos naturales de la Cámara Baja para que luego hubiera un voto en el pleno.
Si se aprobara en la Cámara Baja, algo difícil por estar en poder republicano, posteriormente haría falta que diera el visto bueno el Senado, en manos demócratas, para finalmente convertirse en ley con la firma del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Solo entonces Puerto Rico podría celebrar el referéndum de carácter vinculante.
La isla ha celebrado en el pasado seis consultas no vinculantes sobre el estatus de la isla y, en todas, sus habitantes han mostrado su disconformidad con la situación actual de Estado Libre Asociado.