Caguas, Puerto Rico. — Más de medio millón de personas en Puerto Rico seguían sin agua corriente el miércoles, tres días después del paso del huracán Fiona, lo que causó que muchos se formaran durante horas para llenar bidones con agua transportada por camiones cisterna y que otros recogieran agua de las escorrentías de las montañas.
El sudor corría por los rostros de la gente en una larga fila de automóviles en la localidad montañosa de Caguas, en el norte de la isla, donde el gobierno había llevado un camión de agua, uno de los 18 llamados “oasis” instalados en toda la isla.
El contratiempo ha sido exasperante para muchos en una isla que ha vuelto a quedarse sin servicios básicos tras el paso de una tormenta.
“Pensábamos que con María habíamos tenido una mala experiencia, pero definitivamente esto fue peor”, dijo Gerardo Rodríguez en la localidad costera de Salinas, en el sur de la isla, refiriéndose al huracán de 2017 que causó casi 3.000 muertes y arrasó con el tendido eléctrico de la isla.
Fiona arrojó casi 60 centímetros (2 pies) de lluvia en algunas partes de Puerto Rico para después azotar el este de la República Dominicana y las islas Turcas y Caicos.
Con fuerza de huracán de categoría 4, la tormenta se enfila hacia las cercanías de las Bermudas y podría alcanzar el extremo oriental de Canadá a última hora del viernes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).
La tormenta causó estragos en la red eléctrica de Puerto Rico, a la que le habían hecho arreglos pero nunca fue reconstruida por completo después de que María causara un apagón que duró 11 meses en algunos lugares.
Para la tarde del miércoles, aproximadamente el 70% de los clientes puertorriqueños carecían de electricidad, según cifras del gobierno.
En Caguas, el aire acondicionado del automóvil de Emayra Veguilla no funcionaba, así que la conductora de autobús, de 34 años, colocó un pequeño ventilador en el asiento del copiloto. Ese mismo día, había hecho sonar la canción “Hijos del Cañaveral”, escrita por la estrella del hip-hop puertorriqueño René Pérez como una oda a Puerto Rico y a la valentía de su gente.
“Necesitaba un shot de patriotismo”, comentó. “Necesitaba coger fuerza para enfrentar esto otra vez”.
Veguilla había esperado en la fila el martes, sólo para que le dijeran que el agua se había agotado y que no habría otro camión disponible hasta el día siguiente.
Algunas personas que iban delante de Veguilla se dieron por vencidas y se marcharon, y la tensión aumentaba a medida que la gente esperaba.
“¡Muévase!», gritó un conductor, temeroso de que la gente intentara colarse.
Algunos de los que vieron la fila optaron por conducir hasta una carretera cercana donde el agua bajaba por la ladera de la montaña a través de una tubería de bambú que alguien había instalado.
Fiona tenía vientos máximos sostenidos de 215 km/h (130 mph) el miércoles, de acuerdo con el NHC. Se ubicaba a 1.090 kilómetros (675 millas) al suroeste de las Bermudas, y avanzaba con dirección norte a 13 km/h (8 mph).