San Juan,.- Puerto Rico recuerda este lunes el paso del huracán María, que hace cuatro años dejó 90.000 millones de dólares de pérdidas y cerca de 3.000 muertos, en coincidencia con el anuncio de una inversión inicial de 20 millones de dólares para los techos de 7.000 viviendas todavía por reparar.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, quiso hacer coincidir los cuatro años del paso de María con el anuncio de una asignación inicial de 20 millones de dólares de fondos del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para la segunda fase del programa de reparación y rehabilitación de techos azules por parte de la Oficina para el Desarrollo Socioeconómico y Comunitario (ODSEC).
Los conocidos en la isla como techos azules son una solución temporal que se dio por parte de las autoridades para la casas dañadas por el huracán que consistía en colocar cubiertas de ese color que años después continúan siendo la única solución para muchas familias.
Este programa utilizará los fondos ARPA para reparar o reemplazar techos deteriorados que representan peligro para la seguridad de las familias que residen en esas casas.
CANTIDAD ÍNFIMA
El anuncio de hoy del gobernador Pierluisi representa una cifra ínfima comparada con la cantidad de fondos necesarios para afrontar la destrucción provocada por considerado segundo ciclón más catastrófico que haya pasado por la isla, solamente superado por el histórico San Felipe en 1928.
Economistas puertorriqueños han apuntado que el retraso en la llegada de fondos a la isla para la reconstrucción de infraestructuras y viviendas lastra la recuperación de la economía, afectada además por otros factores como la crisis que perdura desde hace más de una década y el impago de la deuda pública.
El catedrático José Alameda, del Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico, apuntó que el gran retraso en la llegada de las ayudas puede deberse a factores como la burocracia y la corrupción o percepción de corrupción que las autoridades federales tienen respecto a la administración de la isla caribeña.
CERCA DE 20.000 VIVIENDAS CON DAÑOS
Además del daño a techos -lo más representativo-, las viviendas sufrieron otro tipo de problemas derivados del paso del huracán.
El secretario del Departamento de la Vivienda de la isla, William Rodríguez, reconoció que de 20.000 hogares con daños que calificaron para recibir ayuda del Programa de Reparación, Reconstrucción y Relocalización, administrado por su agencia, solamente 1.200 casas la han obtenido.
Indicó que esa cifra equivale a solo 6 % del total de viviendas que precisan de mejoras a causa de María.
El reconocimiento de que hay 7.000 viviendas con techos dañados en la isla después de 4 años es preocupante por lo que significa para la población, pero el retraso de las ayudas afecta de igual manera a las infraestructuras.
Dos años después del anuncio de la asignación de 4.000 millones de dólares para mitigación de riesgos -debido al deterioro de infraestructuras- para Puerto Rico tras el paso María, de un total de 592 propuestas presentadas a la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3) por los municipios de la isla, solamente 19 proyectos han sido aprobados por Agencia Federal para Manejo de Emergencias (Fema, en inglés), otra muestra de que las ayudas no llegan.
LOS RETRASOS SE DEBEN A LA BUROCRACIA
El presidente de la Federación de Alcaldes de Puerto Rico, Ángel Pérez Otero, sostuvo que la burocracia, tanto a nivel federal como local, es la que provoca el retraso en la aprobación de proyectos bajo este programa.
Además de pérdidas económicas que rondan los 90.000 millones de dólares, el paso de María por Puerto Rico provocó un proceso migratorio derivado de que la economía colapsó y el servicio de electricidad tardó en recuperarse en algunos casos por más de un año.
La población de Puerto Rico se redujo un 4,3 % en 2018 respecto al año anterior al perder 142.000 personas, porcentaje en buena parte debido a María, aunque parte de esas personas ya volvieron a la isla.
María pasó por Puerto Rico en septiembre de 2017 con vientos sostenidos de 64 millas por hora (103 kilómetros por hora) y ráfagas de hasta 113 millas por hora (182 kilómetros por hora).