
Más de 36 millones de personas vieron el discurso de Donald Trump ante el Congreso el pasado martes, a 43 días de haber asumido el poder.
Esta cifra es un 13 % más que los 32,2 millones de espectadores que vieron la última intervención del exmandatario Joe Biden en el Congreso, que tuvo lugar en marzo de 2024.
En comparación, la gala de los premios Oscar, celebrada el pasado domingo en Los Ángeles, atrajo a 19,7 millones de espectadores, según la empresa de medición de audiencias Nielsen.
Trump habló por cerca de 100 minutos rompiendo su propio récord histórico.
Según la agencia, que en sus análisis no tiene en cuenta a los estadounidenses que siguen este tipo de eventos a través de las redes sociales y otras plataformas digitales, el 70,7 % del público que vio ayer al republicano tenía 55 años o más, mientras que el 20,5 % tenía entre 35 y 54 años y el 5,7 % entre 18 y 34.
Trump estableció un tono de división casi desde sus primeras palabras, al describir a su predecesor, Joe Biden, como el peor presidente de la historia y reprender a los demócratas por escatimarle tanto sus elogios que ni siquiera le otorgaron un aplauso de cortesía.
Se equiparó a sí mismo con el primer presidente del país, George Washington, al hablar sobre lo que describió como una avalancha de logros iniciales de su segundo mandato.
Hablaba ante una cámara dividida. Los republicanos se pusieron de pie y vitorearon. Entre los demócratas hubo silencio, con gritos ocasionales de protesta. El único aplauso llegó cuando anunció que Ucrania quería reiniciar las negociaciones de paz.
El presidente Trump es el más impopular en los primeros días de su gestión, del que se tenga registro, y a pesar de las muchas medidas radicales y polémicas que ha tomado, su foro republicano lo aplaudió constantemente.
Del otro lado, durante su discurso el Partido Demócrata cargó contra las medidas migratorias del presidente Donald Trump y le acusó de querer sembrar con ellas «el terror» en el país. El congresista Adriano Espaillat, quien tuvo a cargo el mensaje, le cuestionó la estrategia económica y de reorganización del gobierno. Espaillat tuvo fuertes calificativos por el modo de dirigir al país.
«Actúa como un rey, como si fuera un monarca más que si fuera un presidente», dijo Espaillat quien tiene el cargo de presidente del Caucus Hispano del Congreso.
Epaillat es nacido en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, por lo que frecuentemente toma este aspecto como punta de lanza para defender a los inmigrantes. «Todos llegamos a EE. UU. por el sueño americano, la posibilidad de lograr una mejor vida y crear un futuro mejor para nuestros hijos trabajando fuerte, abrazando la diversidad y aprovechando la oportunidad que esta gran nación nos da a todos», explicó.
Dijo que el mandatario ha creado contra la comunidad inmigrante «un ambiente de terror».
«Las medidas migratorias de Trump no están diseñadas como él y sus aliados dicen, para deportar criminales que realmente deben de ser deportados sino para crear un reino de terror que impacta negativamente a la economía local.
Criticó la voluminosa cantidad de órdenes ejecutivas que ha firmado, muchas de ellas sin sustento constitucional.
Espaillat, además aludió a las promesas de campaña del republicano, quien atacaba a sus rivales demócratas por la inflación económica sin que haya logrado hasta la fecha un resultado concreto. Destacó la histórica ola de despidos que se ha producido tras el cierre o reorganización de importantes agencias gubernamentales como la Agencia de Estados Unidos para el desarrollo Internacional (USAID) y el cese de funcionarios e investigadores en la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA, por sus siglas en inglés) y llevar al desempleo de centenares de meteorólogos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
También criticó el nombramiento que hizo del multimillonario Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y quien tiene como misión la reducción del aparato burocrático del gobierno de EE. UU., pero que ha dejado en el limbo a miles de trabajadores, muchos de hechos considerados esenciales.
«El recorte de empleados gubernamentales… es una medida inhumana y carente de planificación y cordura», señaló.
Acusó a ambos de tratar de engañar a los estadounidenses, explicando que el mencionado plan de recortes. «Crearon la agencia DOGE que busca cortar programas esenciales como el seguro social, Medicaide, asistencia a los veteranos y la seguridad de aviación», señaló Espaillat.
Por su parte la senadora de Michigan Elissa Slotkin quien fue la encargada de la respuesta demócrata en inglés, y que lleva apenas unos meses en su primer mandato en el Senado, reconoció que “Estados Unidos quiere un cambio. Pero hay una forma responsable de hacer el cambio y una forma imprudente”. “Podemos hacer ese cambio sin olvidar quiénes somos como país y como democracia”, dijo Slotkin.
Trump se atribuyó el mérito de “una acción rápida e implacable” en la reforma de la economía nacional, la inmigración y la política exterior en sus primeras semanas en el cargo. La Cámara de Representantes y el Senado, controlados por los republicanos, han hecho poco para frenar la voluble agenda del presidente.
En su réplica, Slotkin dijo a los estadounidenses que “el cambio no tiene que ser caótico ni hacernos menos seguros” y advirtió sobre los peligros de la estrategia económica de Trump.
“Para aquellos que llevan la cuenta, la deuda nacional está aumentando, no disminuyendo”, dijo Slotkin. “Y si no tiene cuidado, podría llevarnos directamente a una recesión”.
Slotkin, una exanalista de la CIA con una amplia experiencia en seguridad nacional dijo que la reunión de la semana pasada entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, debió haber hecho que el expresidente Ronald Reagan “se revolviera en su tumba”.
“El presidente Trump está tratando de entregar un regalo sin precedentes a sus amigos multimillonarios”, agregó. “Busca billones de dólares que pasar a los más ricos… Y para hacer eso, te hará pagar en cada parte de tu vida».
También advirtió que la democracia que “ha sido la aspiración del mundo” está en peligro. “Está en riesgo cuando el presidente decide elegir qué reglas quiere seguir, cuando ignora órdenes judiciales y la Constitución misma, o cuando los líderes electos se quedan de brazos cruzados y simplemente dejan que suceda”, dijo Slotkin.
La senadora Slotkin, de 48 años, está considerada como una figura destacada en la próxima generación del partido. Se postuló por primera vez para un cargo en 2018, derrotando a un republicano que llevaba en el cargo dos mandatos. Después de la redistribución de distritos, ganó de forma consistente uno de los escaños más competitivos de la Cámara en el país, ganándose una reputación como una de las principales recaudadoras de fondos del partido.
En 2023 anunció su candidatura para el escaño abierto del Senado de Michigan después de que la senadora Debbie Stabenow anunciara que no buscaría un quinto mandato.
Durante el discurso de Trump algunos miembros demócratas sostuvieron carteles con varios mensajes. Algunos demócratas decidieron no asistir al discurso en absoluto, mientras que otros se sentaron en silencio. Algunos gritaron críticas a Trump, y un congresista, el representante de Texas Al Green, fue escoltado fuera de la cámara después de interrumpirlo repetidamente.
Trump ganó en el Colegio Electoral que en el voto popular –llevándose incluso los 7 estados “bisagra”–, pero la tercera parte de la población no salió a votar; por lo que en realidad solo un tercio de los estadunidenses lo eligió y algunos de ellos empiezan a disentir por sentir las consecuencias de las primeras decisiones tomadas, de manera directa.