Según la organización United We Stand más de 2.000 latinoamericanos participaron en la búsqueda de sobrevivientes del 11-S, hace 22 años. Todavía muchos de ellos están en un limbo legal en EE. UU.
José Gaviria es un inmigrante colombiano que sigue luchando cada día con el recuerdo de los ataques a las torres gemelas, en el World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, en donde laboró como rescatista. Dos décadas después, también sigue buscando un estatus legal en Estados Unidos.
Gaviria trabajaba en una empresa de limpieza y remoción de escombros en ese entonces. Él recuerda lo difícil que fue encontrar restos humanos cuando permaneció en los techos de los edificios que quedaron en pie durante 8 meses.
“Estábamos sacando escombros, muchos sitios de papel, billetes y toda esa vaina vuelto pedacitos y me encontré una bota de un policía o de un bombero no sé, con el pie adentro”, rememora en entrevista con la Voz de América.
Gaviria es uno de los cerca de 2.000 latinoamericanos que ayudaron con labores de limpieza y remoción de escombros, muchos de ellos hoy luchan con problemas de salud y además permanecen a la sombra de la legalidad, según Alex Sánchez, Fundador de la organización United We Stand.
“Lo que más anhelo son los documentos. Estamos en la mira que de pronto nos cojan y nos deporten porque eso es lo que esperamos día por día, con todo el cuidado que tenemos, siempre sale uno con cautela”, dice mientras relata cómo fue la búsqueda de restos humanos aquella trágica mañana.
La organización United We Stand envío una carta al presidente Biden solicitando una amnistía migratoria para todos los que trabajaron en labores de limpieza y remoción de escombros en la que fue la Zona Cero.
El pasado lunes numerosas personas se acercaron al memorial de la Zona Cero para rendir tributo a las 2.977 víctimas de aquel día. Los presentes escucharon cómo los familiares leyeron en voz alta el nombre de cada uno de los caídos.
En la zona cero, la vicepresidenta Kamala Harris se unió a otros dignatarios en la plaza conmemorativa de los atentados. En vez de discursos de figuras políticas, la ceremonia contó con sobrevivientes que leyeron los nombres de los fallecidos, acompañados de breves mensajes personales.
Algunos incluyeron declaraciones patriotas sobre valores estadounidenses y agradecimientos a los cuerpos de rescate y a las fuerzas armadas. Uno elogió al comando SEAL de la Armada que abatió a Osama bin Laden en Pakistán en 2011. Otro hizo un llamado por la paz y la justicia. Uno reconoció las muchas vidas perdidas en la “guerra contra el terrorismo” lanzada después de los atentados. Muchos compartieron reflexiones personales sobre cómo extrañan a sus seres queridos.
Como en cada aniversario, las campanas sonaron en el lugar de donde fueron derribados los emblemáticos rascacielos de Nueva York, así como en otras partes del país, mientras los estadounidenses recordaban el horror del 11 de septiembre.