Existe un amplio consenso entre quienes siguen de cerca la política estadounidense de que la retirada caótica de las tropas estadounidenses de Afganistán, incluida la pérdida de 13 militares estadounidenses, ha causado un daño político significativo al presidente Joe Biden.
Una administración que se vendió a sí misma como sensacional y competente en el campo de la política exterior ha luchado por explicar las imágenes desgarradoras que los estadounidenses han visto en los medios de comunicación durante las últimas dos semanas.
Ahora que las últimas tropas estadounidenses han abandonado Afganistán, sin embargo, existe un desacuerdo entre los expertos en cuanto a cuánto tiempo el público estadounidense permanecerá concentrado en un final complicado de una guerra que desde hace mucho tiempo rechaza una gran mayoría de estadounidenses.
Algunos dicen que la retirada podría repercutir en el público en la temporada de elecciones estadounidenses de 2022, durante la cual los demócratas lucharán por mantener su tenue control sobre ambas cámaras del Congreso. Otros señalan la capacidad de atención demostrablemente corta del público votante y predicen que cuando los votantes vayan a las urnas en 2022, la retirada de Afganistán será un recuerdo lejano para muchos de ellos.
LOS REPUBLICANOS NO OLVIDARÁN
Una encuesta reciente de Morning Consult, realizada después del ataque fuera del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai en Kabul, encontró que los números de aprobación del trabajo de Biden se han deslizado a territorio negativo (49% desaprueba, 48% aprueba) por primera vez en su presidencia.
Los oponentes de Biden en el Partido Republicano ciertamente no olvidarán el efecto que tuvo la retirada en la popularidad de Biden, y harán todo lo posible durante el próximo año para seguir recordándole al pueblo estadounidense.
El senador republicano de Nebraska Ben Sasse, quien habló en el programa “This Week”, haciéndose eco de muchos en su partido, predijo que permitir que los talibanes regresen al poder en Afganistán creará un refugio para los grupos terroristas internacionales.
«Las consecuencias serán el regreso de los talibanes que han estado dispuestos a proporcionar refugio seguro a los terroristas en el pasado», agregó Sasse. «Tenemos tantos grupos diferentes que quieren convertir Afganistán en la capital mundial de la yihad, y la administración no tiene un plan».
Kristen Soltis Anderson, socia de la firma de encuestas republicanas Echelon Insights, dijo que, si bien la política exterior no suele influir mucho en las elecciones estadounidenses, la notable disminución de las cifras de las encuestas de Biden en los últimos días podría indicar un cambio significativo.
En un artículo publicado el lunes en el Washington Examiner, expresó: «La estrategia de Biden de evitar controversias le sirvió bien en su campaña para la presidencia. Pero hoy, la administración parece decidida a tratar la tragedia de Afganistán como si fuera puramente un asunto de preocupación para los reporteros usuarios de Twitter».
SE NECESITA ACCIÓN INMEDIATA
John Zogby, un encuestador demócrata, dijo a la VOA que Biden debe actuar de inmediato para apuntalar su posición con respecto a la retirada de Afganistán.
«Tiene que asegurarse de tomar el control de Afganistán antes de que se convierta en la conversación dominante a largo plazo», dijo.
Zogby dijo que se debe ver a Biden haciendo un esfuerzo para sacar a más estadounidenses y aliados afganos de Afganistán y, aunque será controvertido, ampliar la cantidad de refugiados afganos que pueden ingresar a Estados Unidos.
Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo en que la retirada de Afganistán plantea un problema grave a largo plazo para el presidente.
La retirada «plantea preguntas que son explotables, justa o injustamente, sobre su liderazgo y competencia», dijo Bruce Jentleson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Duke que ha asesorado campañas presidenciales demócratas.
Expuso que lo que Biden y sus partidarios demócratas tendrán que hacer es centrarse muy de cerca en cuestiones de política nacional.
«No van a renunciar a la política exterior, eso no está en la naturaleza de Biden. Pero querrán poder decir: ‘Lo hemos hecho muy bien, un Congreso demócrata trabajando con un presidente demócrata, en cosas que realmente importa en casa – trabajos, COVID, derechos de voto – eso triunfa sobre la política exterior».
ESTRATEGIA TÍPICA
Por dramática y alarmante que fue la retirada de Estados Unidos de Afganistán, es probable que los republicanos la incorporen a una estrategia bastante típica para un partido fuera del poder en una elección fuera de año, dijo Monika McDermott, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Fordham.
«Creo que pueden usarlo para decir, ‘Mire, necesitamos un control sobre los demócratas y sobre el presidente Biden, y no tenemos eso con un Congreso Demócrata'», dijo.
LA MEMORIA CORTA DE LOS ESTADOUNIDENSES
Otros expertos rechazan la idea de que los estadounidenses pensarán mucho en Afganistán en 14 meses, dada la rapidez con la que los problemas de la política estadounidense han tendido a estallar y luego a extinguirse en los últimos años.
«No creo que esto cambie mucho el cálculo», dijo Seth Masket, profesor de ciencias políticas y director del Centro de Política Estadounidense de la Universidad de Denver. «Estoy seguro de que los republicanos seguirán tratando de poner en entredicho a Biden … pero no veo que realmente mueva a demasiados votantes o afecte seriamente en cómo serán las elecciones del próximo año».
«Parece poco probable que los votantes, dentro de 14 meses, sigan reflexionando sobre cómo las cosas podrían o no haber ido mejor en una guerra que, presumiblemente, habrá terminado hace mucho», dijo Masket. «O al menos, fuera de la mayor parte de la cobertura de noticias estadounidense. No sé cómo será la situación política dentro de Afganistán, pero las probabilidades parecen bastante altas de que Estados Unidos no tendrá mucho que ver con eso en ese momento».