San Francisco. – El arzobispado de San Francisco decretó este miércoles la celebración de un «año para los sin techo» en que se recaudarán fondos y se dará visibilidad a esta crisis de pobreza, ya muy grave antes de la pandemia y que se ha agudizado todavía más por los efectos de la covid-19.
San Francisco, una de las urbes más prósperas y con mayor renta per cápita del país, tiene a más de un 1 % de sus vecinos viviendo en la calle,. según las últimas estimaciones, un problema que muchas veces va de la mano de la adicción a las drogas.
En todo 2020, por ejemplo, murieron en San Francisco (una ciudad de 800.000 habitantes) menos de 200 personas por covid-19, pero en ese mismo período fallecieron más de 600 por sobredosis de drogas, es decir, dos al día de media y más del triple que los muertos por coronavirus.
«Me uno al Papa Francisco para pedir a toda nuestra gente que rece por aquellos que están muriendo en las calles de San Francisco y más allá», dijo en una entrevista con Efe a las afueras de la catedral de Santa María de la Asunción el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone.
El año para los sin techo impulsado desde el arzobispado y el Instituto Benedicto XVI contará con seis eventos especiales organizados alrededor de los santos patrones de las personas sin hogar, empezando el 8 de febrero con Santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata de personas.
En esta ocasión, se celebrará un evento musical por internet y, como ocurrirá en todos ellos, el dinero que se recaude de las donaciones se destinará íntegramente a entidades dedicadas a la ayuda de las personas sin techo en la ciudad.
«La belleza ayuda mucho a sanar y a unir. Las personas que viven en la calle también tienen dignidad humana y vamos a reafirmarla por medio de la belleza de la música», apuntó el arzobispo.
En 2019, el último año en que se contaron de forma oficial las personas sin hogar en San Francisco, el número ascendió a casi 10.000, una cifra que según todas las estimaciones de organizaciones sin ánimo de lucro subió notablemente el año pasado, impulsada por las consecuencias económicas de la pandemia.
Para tratar de mitigar esta crisis, el Ayuntamiento inició el año pasado un programa que alberga a varias de estas personas en hoteles de la ciudad (vacíos de turistas precisamente por la covid-19), pero los expertos apuntan a que este aislamiento puede ser uno de los factores que expliquen el gran aumento de los fallecimientos por sobredosis.