El representante Joaquín Castro, demócrata de Texas, presentó el 15 de en el Congreso un proyecto de ley para la reforma integral del Programa de Braceros con la intención de «prevenir la discriminación y elevar las normas laborales».
Castro preside el Caucus Hispano en el Congreso (CHC), y según informó su oficina la iniciativa busca, asimismo, responder a las necesidades reales del mercado laboral poniendo fin al «empleo cautivo».
«El sistema actual de visas para los trabajadores temporales tiene fallas fundamentales que permiten el abuso de las familias trabajadoras y no atiende nuestras necesidades económicas. Mi proyecto de ley crea un marco nuevo que protege los derechos de los trabajadores y proporciona a los trabajadores migrantes una senda hacia la ciudadanía», afirmó Castro en una declaración.
Los inmigrantes con permiso de trabajo temporal han sido parte del mercado laboral de Estados Unidos por generaciones y el primer programa de visas para estos peones rurales se inició durante la Primera Guerra Mundial, cuando cientos de miles de estadounidenses marcharon al servicio militar.
En 2019 el Gobierno otorgó más de 900.000 visas, en comparación con las 400.000 en 1994, y mientras el contingente de trabajadores crecía se ha intensificado el debate acerca de las visas H1b, H2A, H2B, y H4.
Las visas H1B se expiden para trabajadores en sistemas de computación, ingeniería y gestión técnica, y la mayoría de quienes entran al país con esos permisos provienen de India y China. Las visas H2A, que permiten el trabajo en la producción agropecuaria, atraen principalmente migrantes de México, al igual que las H2B, que autorizan el empleo en forestación, jardinería, servicio doméstico y parques de diversión.
La representante Rosa DeLauro, demócrata de Connecticut, sostuvo que «el actual programa de visas temporales H2B es deficiente para los trabajadores y sus familias», en tanto que la iniciativa de Castro «proporciona una senda hacia adelante y crea un programa de visas enfocado en los derechos de todos los trabajadores».
La representante Judy Chu, demócrata de California y presidenta del Caucus Asiático Estadounidense en el Congreso, dijo que «Estados Unidos depende de los trabajadores de cosecha para mantener el país alimentado, y sin embargo permanentemente dejamos que sean maltratados e incluso abusados en el proceso».
Richard Trumka, presidente de la central sindical AFL-CIO, dijo que la iniciativa de Castro «promueve la noción simple de que los trabajos de cosecha deben ser empleos seguros en los cuales a todos se les trata con justicia».
«La pandemia (de covid-19) ha expuesto el menosprecio sistémico de un trabajo que ahora entendemos que es esencial, y ha acentuado el reconocimiento de la necesidad de protecciones reales para los trabajadores. Nuestro modelo abusivo de los programas de peones de cosecha ha convertido a los trabajadores en objetos desechables de la economía global y por eso es por lo que los sindicatos han reclamado por su reestructuración», añadió.