Las desigualdades en la salud que sufren las minorías étnicas y los inmigrantes en Estados Unidos se han acumulado a lo largo de sus vidas, y de manera notable en las personas de color, que han nacido fuera del país, según un estudio publicado por la revista American Journal of Preventive Medicine.
«Nuestras conclusiones se suman a las evidencias de que el racismo estructural tiene un impacto material en la salud de las minorías raciales y étnicas y los inmigrantes», indicó Brent Langellier, de la Escuela Dornsife de Salud Pública, en la universidad Drexel de Philadelphia (Pennsylvania).
«La comparación de la carga alostática -una medida multidimensional de la respuesta del cuerpo a los factores estresantes experimentados en el curso de la vida- entre inmigrantes de diferentes procedencias puede ayudar a entender la magnitud de las diferencias en la salud de grupos diferentes», añadió.
El articulo definió el racismo estructural como el conjunto de leyes, reglas o políticas oficiales en una sociedad que deriva en una ventaja injusta y continuada para algunas personas, y el tratamiento injusto o perjudicial para otras, debido a la raza.
Los investigadores examinaron los patrones de carga alostérica entre blancos, negros y latinos nacidos en Estados Unidos y los nacidos en el exterior usando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud desde 2005 y 2018, y reunieron datos de 10 áreas de medición de riesgos cardiovasculares, metabólicos e inmunológicos.
La consideración del riesgo de enfermedad cardiovascular incluyó la presión sanguínea diastólica y sistólica, el colesterol total, y el colesterol de lipoproteína de alta densidad. Los indicadores de riesgo metabólico incluyeron el índice de masa corporal, el azúcar en la sangre, la albúmina en la orina y el nivel de creatinine.
En cuanto a los riesgos inmunológicos, los investigadores midieron la cuenta de células blancas en la sangre y el diagnóstico de asma actual o en el pasado.
Otras investigaciones han mostrado que, paradójicamente, en muchas de estas áreas los inmigrantes tienen buena salud, pero ésta disminuye con el tiempo que viven en Estados Unidos.
Los resultados mostraron que la carga alostérica se incrementó con la edad entre todos los grupos, pero los aumentos fueron mucho más notables entre los negros de ambos sexos nacidos en el exterior y entre las mujeres latinas nacidas en otros países.
La diferencia entre la primera y la última encuesta fue más pronunciada entre las mujeres negras nacidas en EE.UU., los hombres latinos nacidos en EE.UU. y los hombres latinos nacidos en el exterior.
«La investigación indica que la desventaja que experimentan las minorías raciales y étnicas se multiplican entre las minorías que también son inmigrantes, lo cual erosiona la ventaja de salud que muchos inmigrantes tienen a edad temprana», dijo Langellier.