Nueva York,(EFE).- Las trabajadoras del hogar en Nueva York exigieron este jueves un trato justo en el empleo y que se incluya esa profesión bajo las protecciones de la ley de derechos humanos de la ciudad.
En 2018 la concejal Deborah Rose presentó un proyecto para enmendar la ley de derechos humanos de la ciudad para incluir bajo su protección a trabajadores de empleadores que contratan a menos de cuatro personas, lo que beneficiaría a las trabajadoras domésticas, incluyendo a niñeras como la panameña Leydis Muñoz.
Hace un año Muñoz, que ha trabajado como niñera durante 18 años en Nueva York, fue despedida durante su embarazo a pesar de que no le interfería con su responsabilidad de cuidar a un niño de un año, dijo este jueves a Efe.
Indicó que pese a que le felicitaron cuando informó a sus empleadores que estaba embarazada, notó un cambio de actitud en ellos.
«Mi intención no era dejar mi trabajo; yo trabaja legalmente. Yo iba a coger el tiempo que estipulaba la ley para descansar después de tener el niño y después iba a regresar a mi trabajo, y eso les informé», recordó. Sin embargo, dijo, «un viernes llegué y de la nada me dijeron que no me necesitaban».
Recordó que dos semanas antes le habían reducido las horas de trabajo tras poner al niño en una guardería. «Me dije ‘OK, me busco otro trabajo para completar mis horas’, pero un buen día me dijeron ‘No te necesitamos más’. Me dieron dos semanas de pago y ya», abundó.
Muñoz indicó que poco antes había renovado su contrato de trabajo con la familia para la que trabajaba en Brooklyn.
De haberse aprobado ya la propuesta de la concejal Rose, Muñoz hubiese estado protegida de ser discriminada por su embarazo, al igual que muchas otras trabajadoras por su color de piel, como denunciaron hoy durante una conferencia de prensa. Tampoco cuentan con seguro médico.
Muñoz dijo además a Efe que ya tenía otro hijo y nunca tuvo problemas con sus empleadores anteriores. Incluso destacó que cuando tuvo a su primer hijo la madre del niño al que cuidaba lo llevaba hasta su hogar y así cuidaba a ambos simultáneamente.
La propuesta de ley evitaría que empleados de negocios donde trabajan menos de cuatro personas sufran algún tipo de discriminación. En este momento, explicó Muñoz, están protegidas del acoso sexual.
Durante la conferencia convocada por la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas se denunció además que no recibieron de sus empleadores el material necesario para protegerse de la COVID-19. Destacaron que las trabajadoras domésticas están en el grupo que ha resentido más el impacto de la pandemia, y las inmigrantes de color mucho más.
Un reciente estudio mostró que 62 % de las trabajadoras de color, que constituyen el mayor número entre el conjunto de empleadas domésticas, que además integran asiáticas y latinas, han perdido sus ingresos o parte de sus ingresos debido a la COVID-19. También que 75 % reportaron no haber recibido ningún material de protección como guantes, mascarillas y ropa, mientras trabajaban.
Esto ha tenido un devastador impacto en sus familias ya que muchas no califican para beneficios de desempleo o el alivio económico aprobado por el Congreso, y son el sostén de sus familias.
Las trabajadoras hicieron un llamamiento al presidente del Concejo, Corey Johnson, para que incluya este proyecto en la agenda de trabajo de la legislatura municipal y lo lleve a votación. El año pasado hubo audiencias públicas y las trabajadoras domésticas abarrotaron el Concejo municipal.