Washington. – El presidente Donald Trump calificó de “estúpidos” a los latinos y a los negros, entre otros comentarios racistas, según el libro de memorias de Michael Cohen, exabogado personal del mandatario republicano.
Según el libro que salió a la venta el pasado martes, “Disloyal: A Memoir” (Desleal: unas memorias), Trump suma nuevos ataques a la comunidad latina.
Cohen, condenado por fraude, entre otros delitos, asegura que los tres hijos mayores de Trump fueron a su oficina después de que el empresario anunciara su intención de presentarse a la nominación republicana en el verano de 2015. En aquella ocasión, Trump dijo que México mandaba a EE.UU. narcotraficantes, criminales y violadores y que por eso quería levantar un muro en la frontera sur.
Los hijos de Trump querían que su padre se retirase de la campaña, preocupados porque esa retórica estaba “matando a la empresa”. Sin embargo, el abogado del magnate aseguró que a Trump no le preocupaba eso porque sus negocios no se verían afectados, ni tampoco su campaña. “Además, nunca obtendré el voto hispano”, dijo el candidato según el libro. “Como los negros, son demasiado estúpidos para votar por Trump. No son mi gente”.
Cohen fue condenado a tres años por violar las leyes de financiación de campaña electoral de Trump al pagar dinero a mujeres que decían haber mantenido relaciones con el presidente para comprar su silencio, además de evasión de impuestos y declaraciones falsas a un banco.
Antes de ingresar en prisión, el abogado testificó ante el Congreso, audiencia en la que relató numerosas mentiras y crímenes que presuntamente cometió para proteger a Trump, del que dijo que era “un racista, un estafador, un fraude”.
El libro refleja además varios ataques de Trump hacia los negros y su predecesor, Barack Obama (2009-2017). “Dime un país dirigido por una persona negra que no sea un idiota”, dijo entonces el presidente, según Cohen.
El abogado también explica que Trump siente admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, por su capacidad de “apoderarse de una nación entera y dirigirla como si fuera su empresa personal, como la Organización Trump, de hecho”.
En opinión de Cohen, Putin y Trump tenían en común el deseo de “dañar a Hillary Clinton de cualquier manera posible” y que no hubo colusión con Rusia para que él ganase las elecciones, sino una “confluencia de intereses compartidos”.