Hace poco que Naomí llegó a su mayoría de edad. Será una de los hispanos que voten en noviembre. Aprendió desde niña la importancia de que la comunidad haga oír su voz, acompañando a su padre a la Asamblea de Dover, DE para pedir que los legisladores aprobasen las licencias de manejo para indocumentados en Delaware.
En 2020, votaron 18.7 millones de hispanos (30% más sobre los 15.3 millones de 2016). Las mujeres tuvieron una participación (55%) más alta que los hombres.
“El rol de los latinos en este país, está creciendo y va a seguir creciendo,” señala Jens Manuel Krogstadt, analista de Pew Research Center.
Los hispanos somos el grupo de votantes que más crece. En la última década se naturalizaron 7.7 millones de ciudadanos, la mayoría de origen hispano. De un total de 246,050,000 votantes en Estados Unidos en 2024, según datos del Pew Research Center, son hispanos 36,200,000 (3,900,000 más que en 2020). Este aumento representa la mitad del crecimiento total de nuevos votantes.
Los hispanos son ya el mayor grupo de votantes en Nuevo México (45 %), California (33 %), Texas (32 %), Arizona (25 %) y Nevada (22 %).
“Ganar” el voto hispano
Dar por hecho que el voto hispano está “ganado a priori” o que las preferencias políticas de nuestra comunidad son “únicas e iguales”, es uno de los errores comunes entre los políticos.
Una reciente encuesta presentada por Telemundo, revelaría que los latinos están desilusionados de Biden, mientras mejora su aprobación a Trump.
En 2016, los republicanos obtuvieron alrededor del 29 % del voto hispano y en 2020 alrededor del 32 %. Las elecciones de 2020 mostraron la significativa participación hispana, con un voto mayoritario hacia el partido Demócrata, pese al importante aumento del voto hispano ganado por el partido Republicano.
Según resultados de la Encuesta Anual de Opinión Pública Hispana, respaldada por la Universidad Internacional de Florida (FIU), muchos hispanos están optando por no afiliarse a ningún partido debido a su insatisfacción con los partidos existentes. Se centran en el candidato que refleje mejor sus valores personales y priorice sus preocupaciones políticas.
“Los demócratas siempre han dado por sentado a los hispanos, y ahora es un problema porque esta encuesta te dice que no pueden seguir haciéndolo” señala el profesor de Ciencias Políticas de FIU, Eduardo Gamarra, también director del Foro de Opinión Pública Latina en FIU.
En recientes declaraciones, la vicepresidenta Harris señaló que el voto hispano “nos lo tenemos que ganar”.
Nuevamente los votantes hispanos podrían ser clave de las presidenciales en Estados Unidos, especialmente en estados “bisagra” como Pensilvania, Arizona, Georgia, Michigan, Wisconsin, Nevada y Ohio.
Según la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), en base a los votantes registrados, se espera que 17,5 millones de hispanos, un 11 % del total –y un 6,5 % más que en 2020–, voten el 5 de noviembre.
¿Qué le preocupa a los votantes hispanos?
La encuesta de FIU señala que las preocupaciones de los votantes hispanos son: inflación (19.8 %), economía (16.6 %) e inmigración (7.5 %) apuntando a la política de fronteras abiertas como amenaza primera para la seguridad del país.
Según encuesta de UnidosUS las prioridades de los votantes hispanos no han cambiado mucho desde anteriores elecciones: inflación, empleo, economía, sanidad, delincuencia, armas y coste de la vivienda.
Segun USCIS, Estados Unidos concedió la ciudadanía a unos dos millones de personas en 2022 y 2023, registrando en esos dos años el 25 % de todas las naturalizaciones de la década
Eso significa que cada vez incorpora más ciudadanos de pleno derecho que refuerzan su economía en todos los sectores. Las estadísticas indican que en los lugares con mayoría hispana se tiende a observar una mayor estabilidad económica y mayor seguridad.
De acuerdo con un informe sobre el Estado Empresarial Latino realizado por la Universidad de Stanford, los negocios hispanos aportan más de 800,000 millones de dólares anuales al país.
“El grupo latino es uno de los grupos que más gasta y que más aporta económicamente”, señala Ana Gabriela Urízar, abogada de inmigración. No es una sorpresa que la economía sea un tema que interese mucho a los hispanos.
Encuestas sugieren que los votantes hispanos no están apoyando la campaña Biden-Harris tanto como lo hicieron en el pasado. Recientemente la vicepresidenta Harris sugirió la necesidad de “crear una vía para la ciudadanía” y crear un “plan para proteger a los dreamers” sin entrar en mayores detalles. Promesas que al votante hispano le suenan a “Déjà vu”.
Aunque Harris también responsabiliza la actual crisis migratoria, al bloqueo que sufren por el partido republicano ante cualquier medida que proponen en el Congreso, los hechos muestran como tampoco los demócratas cuando han tenido el poder de hacerlo, han resuelto una reforma migratoria integral, en la que por cierto para la mayoría de los indocumentados, su urgencia es de regularizar su situación migratoria no obtener la ciudadanía, algo a la que si aspiran la mayoría de los soñadores, pues ellos en su mayoría han llegado muy jóvenes a este país, al que consideran propio.
Estudios de la Oficina del Censo de Estados Unidos señalan que, en 2060, 1 de cada 4 votantes estadounidenses será de origen hispano, algo que debería abrir los ojos a ambos partidos para implementar estrategias a largo plazo para conseguir el voto de este segmento poblacional.
“A medida que las comunidades hispanas en Estados Unidos comiencen a mostrar su fuerza en la política presidencial, será beneficioso para ambos partidos principales invertir más tiempo, esfuerzo y recursos en estas comunidades”, dice Carlos Díaz-Rosillo, director del Adam Centro Smith para la Libertad Económica de FIU.
En las próximas elecciones un peligro para Biden podría ser, sin embargo, una baja participación en especial de los desencantados, entre ellos muchos latinos.
Si Biden perdiera en noviembre sería el primer presidente que no logra su reelección con la economía creciendo y alejándose de la recesión.
Naomi ha aprendido de sus padres a superar obstáculos y a cumplir con las normas. Quiere que aquellos a los que vote cumplan sus promesas y sabe que la comunidad a la que orgullosamente pertenece tiene la fuerza suficiente para conseguir que así sea.