Durante las elecciones primarias del 23 de abril, los demócratas y republicanos de Pensilvania elegirán a los candidatos de sus partidos a auditor general del estado, uno de los tres cargos electos en Pensilvania.
Los ganadores se enfrentarán en las elecciones generales del 5 de noviembre.
Este año el actual titular, Tim DeFoor es el único candidato republicano. Los demócratas elegirán entre dos candidatos — el representante estatal de Filadelfia, Malcolm Kenyatta, y el contralor del Condado de Lehigh, Mark Pinsley.
El auditor general supervisa cómo se gasta el dinero público, para detectar fraudes y corrupción si los hay. Para ello, realiza auditorías financieras y monitorea si los programas financiados por el Estado cumplen su cometido.
El auditor general es elegido para un mandato de cuatro años, y una persona puede ocupar el cargo durante un máximo de dos mandatos.
Pensilvania creó el cargo como puesto de designación política en 1809. En 1850 pasó a ser un cargo electo. Ha habido 50 auditores generales en la historia de Pensilvania, y el titular de este año fue el 41º elegido por votación popular.
Desde su creación, han ocupado el cargo 25 republicanos y 22 demócratas (los otros tres titulares pertenecían a otros partidos ya desaparecidos).
Un auditor general — también llamado contralor, — supervisa el gasto de los fondos públicos. En Pensilvania, el departamento se describe a sí mismo como el «principal vigilante fiscal de la mancomunidad”.
La agencia realiza auditorías financieras y de resultados de todo, desde tribunales de distrito y planes de pensiones municipales hasta universidades públicas y departamentos del estado. Los informes que publica periódicamente detallan sus conclusiones y recomiendan correcciones y políticas.
La oficina del auditor general acepta denuncias de «presunto uso indebido, fraude o despilfarro» del dinero de los impuestos estatales a través de una línea directa oficial. También proporciona recursos de educación financiera en todo el estado a través de la iniciativa Be Money Smart para promover la independencia financiera.
Candidatos demócratas
Originario de Filadelfia, Kenyatta se graduó en la Universidad de Temple y en la Universidad de Drexel antes de trabajar como activista comunitario y en iniciativas de diversidad e inclusión en la Cámara de Comercio del área metropolitana de Filadelfia.
Fue elegido para su escaño con sede en North Philly en 2018 y se convirtió en la primera persona negra abiertamente LGBTQ en servir en la Asamblea General. Elegido a los 28 años, también fue uno de los representantes más jóvenes del estado.
Desde que asumió el cargo, Kenyatta se ha mostrado abiertamente progresista es partidario de un salario mínimo más alto, leyes más estrictas sobre armas.
En 2023, Biden nombró a Kenyatta presidente de la Comisión Asesora Presidencial para el Fomento de la Igualdad Educativa, la Excelencia y las Oportunidades Económicas de los Estadounidenses Negros.
Kenyatta aspiró a un escaño en el Senado de EE. UU. — candidatura que perdió en las elecciones primarias de 2022 frente al senador John Fetterman.
En su página web, Kenyatta afirma que quiere ser auditor general «porque ha llegado el momento de que los desvalidos sean los guardianes de las familias trabajadoras de Pensilvania. Para hacer las preguntas difíciles, para ayudar a reimaginar y agilizar el gobierno, y construir coaliciones para arreglar lo que está mal.»
Lo respalda el Partido Demócrata de Pensilvania; sindicatos como la sección estatal de la Federación Estadounidense de Profesores y el Consejo Estatal de Edificación y Construcción de Pensilvania; el Partido de las Familias Trabajadoras; el alcalde de Pittsburgh, Ed Gainey; siete miembros de la delegación de Pensilvania en el Congreso; y miembros de la legislatura estatal, como la presidenta de la Cámara de Representantes, Joanna McClinton, de Filadelfia.
Pinsley fue comisionado en South Whitehall Township, y se postuló sin ganar, para el Senado estatal en 2018 y 2022.
Pinsley, considerado como progresista, es actualmente contralor del Condado de Lehigh, un cargo que ganó por primera vez en 2019. En su mandato destaca una investigación sobre lo que él denominó el «sobrediagnóstico sistémico» del maltrato médico infantil (antes conocido como síndrome de Munchausen por poder).
Como auditor general de Pensilvania, Pinsley afirma que «auditará para obtener resultados«, lo que define como ayudar a los ciudadanos, hacer cumplir las políticas y eliminar el despilfarro, además de actuar como guardián financiero.
Pinsley afirma que sus principales objetivos como auditor general son:
- Llevar a cabo una «auditoría amplia y exhaustiva» del sistema educativo público de Pensilvania, que calificó de «terriblemente subfinanciado».
- Evaluar los departamentos electorales de los condados y el apoyo que reciben del Estado para «garantizar que Pensilvania invierte en democracia y la defiende con rigor».
- Examinar la eficacia de los programas estatales de desarrollo de la mano de obra.
- Búsqueda de ahorros en el gasto sanitario estatal.
Pinsley ha dicho que como auditor general quiere auditar el robo de salarios y estudiar el impacto económico de la violencia armada.