La divulgación de cifras de empleo mejores de lo esperado fue empañada, el viernes pasado, por las noticias de turbulencia financiera provenientes de algunos bancos regionales.
Otro mes de vigorosa creación de empleo evidencia que la economía de Estados Unidos sigue fuerte, a pesar de la apertura de la política monetaria que ha impuesto el banco central para controlar la inflación. La creación de 311,000 nuevos puestos de trabajo en febrero, después de la cifra revisada de más de 500,000 en enero, marcó 26 meses consecutivos de creación de empleo. La tasa de desempleo aumentó levemente, desde 3.4 por ciento en enero a 3.6 por ciento en febrero, pero por una buena razón. La tasa de participación en la fuerza laboral aumentó a 62.5 por ciento desde 62.4 por ciento, indicando que más trabajadores están empleados, o están buscando trabajo. Además, en febrero los salarios aumentaron 0.2 por ciento, todavía debajo de la tasa de inflación.
Sin embargo, hacia el fin de la semana pasada, dos bancos en California y uno en Nueva York estaban en dificultades. La intervención de esos bancos regionales por las autoridades, para eliminar el pánico y el riesgo de contagio, condujo a asegurarle a los depositantes que tendrían acceso a su dinero. Además, el banco central anunció un programa de préstamos de emergencia para proporcionarle liquidez a bancos vulnerables. Todos estos acontecimientos, junto a la persistencia de la inflación, han aumentado las expectativas sobre la postura que el banco central adoptará en su próxima reunión de 21 y 22 de marzo.