Nueva York, EE. UU.- Una inmigrante que buscaba refugio en Estados Unidos, se quitó la vida en un albergue en Nueva York, donde han llegado miles de personas desde mayo enviadas por el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó sobre el incidente, ocurrido el domingo en un albergue de la ciudad, que ha recibido ya a unos 11.000 inmigrantes de Centro y Sudamérica, en su mayoría venezolanos.
«Los miles de solicitantes de asilo que hemos visto llegar a nuestra ciudad vinieron a este país en busca de una vida mejor. Lamentablemente, ayer, una solicitante de asilo en una de nuestras instalaciones se quitó la vida», indicó en un comunicado.
«Nuestros corazones están en duelo por esta persona y por los seres queridos que pueda tener, y nosotros, como ciudad, lamentamos esta muerte», señaló además el demócrata.
El Ayuntamiento no ha identificado a la mujer ni su nacionalidad, como tampoco en qué albergue estaba o cuándo llegó a la ciudad.
«Esta tragedia es un recordatorio de que tenemos la obligación de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a los necesitados», indicó el alcalde, quien recordó a los inmigrantes que hay ayuda disponible en salud mental en el Centro de Recursos para Solicitantes de Asilo que inauguró el pasado jueves..
El flujo de inmigrantes ha creado una crisis en el sistema de albergues de la ciudad que no estaba preparado para recibir a un número tan grandes de personas y según el alcalde, está cerca de colapsar.
Una ley de la ciudad obliga a dar albergue a quien lo solicite. El comisionado de Asuntos del Inmigrante, Manuel Castro acude regularmente a recibir a estas personas que llegan en autobuses a la ciudad, muchos de ellos con niños.
En una conferencia de prensa no relacionada con este tema, el alcalde Adams culpó a los gobernadores republicanos de Texas, Abbott, y al de Florida, Ron DeSantis por lo ocurrido, según medios locales.
Abbott comenzó primero a enviar inmigrantes a Washington y desde mayo a Nueva York, luego a Chicago y desde la pasada semana ha enviado varios autobuses a la residencia oficial de la vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris.
El gobernante de Texas ha admitido abiertamente que quiere repartir la carga migratoria que soporta su estado en su frontera.
Por su parte, DeSantis envió en avión a medio centenar de migrantes, en su mayoría venezolanos, a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard en Massachussetts.
«La mujer estaba traumatizada por toda esta experiencia», dijo hoy el alcalde, quien desde principio ha acusado a Abbott de jugar a la política con los inmigrantes.
La ciudad espera que este flujo continúe hasta noviembre cuando el gobernador de Texas busca la reelección.
«No fallamos en la ciudad. Esta ciudad está ayudando a la gente», afirmó Adamas tras conocerse la muerte de la inmigrante.