Música, gente bailando al ritmo de tambores y policía: frente al centro de Convenciones Fialdelfia, donde se terminan de contar los votos de este estado bisagra que podría decantar la batalla electoral por la presidencia, parece que se está celebrando una fiesta.
Son los simpatizantes del candidato demócrata Joe Biden, que esperan excitados los resultados de las elecciones tras tres días de angustiosa espera, a varios metros de un grupo de cariacontecidos defensores del presidente Donald Trump, que se han congregado para denunciar que les están «robando las elecciones».
«Trump, esto es Fialdelfia», «Ríndete a la democracia», «Cuenten todos los votos» o «Los votos negros importan» son algunos de los carteles que llevan los participantes en esta celebración que ha empezado ante la inminencia del resultado de la contienda.
Tras la noche electoral, el presidente Trump lograba una ventaja de 700.000 votos en Pensilvania, que apuntaban a que podría asegurarse con comodidad los 20 delegados desde estado.
Pero con el paso de las horas y los días, la distancia se fue reduciendo hasta que los últimos datos ofrecidos por la Comisión Electoral Biden se ha puesto por delante con 49,5 % de los votos escrutados frente al 49,3 % de Trump.
Sin embargo, a pesar del ambiente festivo, los presentes son conscientes de que todo es posible en estas atípicas elecciones presidenciales.
Un vecino que prefiere no identificarse reconoce que «los resultados están muy reñidos y es imposible saber» cuál será el resultado final.
«Espero que Biden gane, pero incluso si gana esto es una pequeña batalla, porque hay un camino muy largo por delante para deshacer todo lo que Trump le ha hecho a la democracia», opina.
Con un cartel en que se puede leer con un dibujo inspirado en el cuadro de Goya «Saturno devorando a sus hijos», este joven insiste en que quiere que el «mundo sepa que Fialdelfia está contra el fascismo y la tiranía».
«Creo que Biden va a ganar, sí», dice por su parte Cristina, que enarbola entusiasmada un cartel en el que se pude leer «Los votos de los negros importan».
Asegura que se ha unido a la celebración, en la que apenas se ven carteles de campaña de Biden o del Partido Demócrata, porque lo vio por las redes sociales y no se lo podía perder.
«Vi un puñado de fotos de todo lo que estaba pasando en Twitter y le dije a mi hermana que viniéramos. Solo quería verlo todo, yo sabía que iba a ser así y realmente estoy muy contenta de estar aquí», agregó.
SENTIR TRUMPISTA
A escasos cinco metros de la celebración, justo en la puerta del Centro de Convenciones, un centenar de seguidores de Trump blanden en silencio banderas del presidente y su lema «Make America Great Again» (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo).
Están separados por vallas, las mismas que protegen todo el edificio, y una cadena de policías que han formado una barrera con sus bicicletas para evitar que ambos grupos se mezclen.
Edward Wavier Young luce una larga y frondosa barba blanca, una gorra con la consigna del mandatario y una cazadora vaquera repleta de chapas de apoyo al presidente.
«Yo soy uno de los hombres olvidados de Estados Unidos; somos los hombres y las mujeres olvidados. Nuestro país estaba muriendo y siendo explotado por los liberales y el presidente Trump nos protegió y nos salvó. Hoy, yo estoy aquí para respaldarle», dice Young, que ha venido desde el vecino estado de Nueva Jersey.
Young, que declara que tiene una «obligación espiritual con la campaña presidencial» y que ha acudido a 47 mítines de Trump en los últimos cinco años, dice sentirse pesimista sobre lo que está pasando aunque no pierde la esperanza de que el presidente pueda ser reelegido.
«Creo que hay una oportunidad de que Trump pueda ser reelegido, pero también creo que hay una oportunidad de que entre a una tienda y compre un billete de lotería y que me toque un millón de dólares», comenta con ironía.
Pero también se muestra convencido, como el presidente sostuvo en su último discurso, que el Partido Demócrata está haciendo trampas, aunque hasta el momento ninguna prueba avale estas acusaciones.
«Las elecciones están siendo robadas en la ciudad más vil, repugnante e inmunda de todo Estados Unidos de América», dijo Young, antes de recomendar a los turistas de Europa que si viajan al país no visiten Filadelfia, la ciudad que le podría abrir a Joe Biden las puertas de la Casa Blanca.
Filadelfia se compromete a contar todas las boletas con todas las garantías
El alcalde de la ciudad de Filadelfia, Pensilvania, se comprometió este viernes a contar las boletas de las elecciones presidenciales lo “más rápido posible” pero asegurando todas las garantías para que “cada voto cuente”.
Funcionarios de la ciudad de Filadelfia, Pensilvania, comparecieron este viernes a primera hora de la tarde para dar más detalles sobre el conteo de boletas de las elecciones presidenciales. El alcalde James Kenney aseguró que “se va a contar cada uno de los votos” de los electores.
“Cualquier boleta válida va a ser contada, a pesar de que algunos, como el presidente, están haciendo reclamaciones de fraude sin fundamento”, apuntó Kenney criticando al equipo legal de Trump por “no presentar ni un ápice de evidencia” que sustente sus afirmaciones.
El presidente Donald Trump pretende llevar ante los tribunales el escrutinio de votos por correo, al considerar que “existe fraude” en el mecanismo de conteo y validación de las boletas.
Sobre eso, el alcalde señaló que la ciudad que él representa es un ejemplo de “democracia pura” y considera que el actual mandatario debe “reconocer su derrota y felicitar al ganador, al igual que hicieron Jimmy Carter, George H.W. Bush y, francamente, también Al Gore” en pasadas elecciones. “El pueblo ha hablado y espero que haya una transición pacífica de poder en enero”, agregó.
El funcionario, que también ha felicitado a todos los empleados que están realizando largas jornadas de trabajo para que el proceso se desarrolle con normalidad y con todas las garantías, instó a la población “a mantener la calma” a medida que, poco a poco, avanza el escrutinio.
“Esto no es una victoria para un candidato o para un partido político, esto es una victoria para nuestra democracia. Puede sonar a cliché, pero en estos días es una gran verdad”, agregó.
La comisionada de la ciudad de Filadelfia, Lisa Deeley, señaló que la prioridad principal del organismo encargado del conteo de votos es “el conteo de votos lo más rápido posible, pero con total precisión”.
“Ya hemos contado 690.360 votos, de los cuales 337.609 fueron papeletas por correo y 353,021 fueron presenciales. Esta es la primera vez que se registra un número tan alto de participación por correo en toda la historia y estoy muy orgullosa de todo el trabajo que ha hecho nuestro equipo de trabajo”, apostilló.