El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky (centro), habla con los periodistas después de un almuerzo político en el Capitolio, el miércoles 6 de septiembre de 2023, en Washington.

La avanzada edad de algunos legisladores en EE. UU. ha avivado la polémica sobre la necesidad de límites de edad, sin embargo, los analistas afirman que la voluntad de los votantes es la que mantiene a un político en el poder y que, mientras haga bien su trabajo, la edad podría no importar.

¿La edad de un político importa a la hora de votar? Episodios como los del líder republicano Mitch McConnell congelado frente a la prensa y la prolongada ausencia de la senadora demócrata Diane Feinstein por problemas de salud, han avivado la polémica sobre la avanzada edad de muchos políticos en Washington, incluidos los principales aspirantes a la Casa Blanca: Joe Biden y Donald Trump.

El interés mediático acerca de lo que algunos llaman la «gerontocracia» en Washington está, de hecho, muy ligado a las próximas elecciones presidenciales.

El demócrata Biden, de 80 años, fue el jefe de Estado de mayor edad en llegar a la Casa Blanca en la historia del país. Su campaña a la reelección indica que pretende mantenerse en el poder hasta los 86 años, que cumpliría poco antes de terminar un segundo mandato.

Su principal contrincante, según las actuales encuestas, sería el expresidente Donald Trump. El favorito hasta el momento para ganar la nominación republicana para los comicios de 2024 tiene solo tres años menos que Biden.

«Han sido ya dos veces que McConnell se queda paralizado después de su caída hace unos meses» dijo a la Voz de América, Jameela West, una representante de ventas del vecindario de Noma, en la capital estadounidense, en referencia al legislador republicano de 81 años.

West, que se considera independiente, también mencionó a Feinstein, de 90 años, cuya ausencia del Senado por cuestiones de salud bloqueó diversos nombramientos clave del gobierno debido a la estrecha mayoría que mmantienen los demócratas en la Cámara Alta.

«Yo me mantengo informada, es mi deber, sobre todo ahora que vienen las elecciones, y cada vez me preocupa más tener políticos desconectados con la realidad», explicó esta votante afroamericana.

Sin embargo, a pesar del revuelo mediático, ¿de verdad influye la edad de un político en las urnas? ¿Sería ético pedirle a un funcionario de edad avanzada que se retire para dejar espacio a voces más jóvenes? Los analistas advierten que es muy probable que para los votantes lo que realmente importa sea si sus legisladores son capaces de hacer su trabajo… y al partido al que pertenecen.

Un Congreso envejecido

El actual 118 Congreso de EE. UU. es el de mayor edad desde su constitución. La edad media de la Cámara de Representantes bajó ligeramente de 58,9 años (el pasado 117) a 57,9 con la inclusión de miembros muy jóvenes, como el representante Maxwell Alejandro Frost de Florida, con el mínimo de 25 años. Por otro lado, en el Senado el promedio subió a los 65,3 años.

«Deberíamos esperar que los políticos sean mayores, porque la población estadounidense está envejeciendo y la gente vive más tiempo», indicó a la VOA Nancy Jecker, profesora de Bioética y Humanidades de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.

Sin embargo, cada vez más estadounidenses quieren que se establezca algún tipo de límite de edad. De acuerdo con una encuesta conjunta entre la cadena CBS y la firma de análisis YouGov, más del 75 % de votantes preferirían imponer límites de edad a los políticos en el poder.

Para algunos cargos públicos, más notablemente la Presidencia y algunas posiciones judiciales, existen limitaciones de mandatos y de edad mínima, pero no así en el caso de la edad máxima. Según el profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad Northeastern, Jeremy Paul, así lo determina la Constitución.

«En el momento en que se ratificó la Constitución, la esperanza de vida era significativamente inferior a la actual, por lo tanto, era inaudito que una gran cantidad de personas vivieran hasta bien entrados los 80 años», explicó Paul a la VOA.

¿Un futuro con límites de edad en Washington?

Para la doctora Jecker hay «buenas razones para fijar edades mínimas, no máximas» porque «no es justo excluir a las personas mayores sanas que sean competentes y tengan mucho que ofrecer».

«Los límites de edad alimentarían estos falsos estereotipos y los empeorarían. En EEUU, la discriminación por edad ya está muy extendida», sostuvo la también presidenta de la Asociación Internacional de Bioética, quien recordó que aunque esté prohibido por ley desde 1967, más del 80 % de los estadounidenses entre 50 y 80 años enfrentan algún tipo de discriminación por edad, según una encuesta de 2020.

Jecker recordó que «se requeriría una enmienda constitucional para establecer límites de edad para el presidente o los miembros del Congreso. Los esfuerzos para enmendar la Constitución no han ganado mucho impulso», indicó.

«Creo que lo más importante es determinar que límites de términos y límites de edad no son la misma cosa. Ya tenemos límites de mandato para el Presidente. (…) Sin embargo, en el caso de los funcionarios federales, la Corte Suprema ha sostenido que los límites de mandato violan la Constitución de EE. UU. Entonces, para que eso cambie, necesitaríamos tener una enmienda, lo cual creo que no sucederá», precisó por su parte Paul.

De acuerdo con el profesor de la Universidad Northeastern, imponer «los límites de mandato son una forma muy desafortunada de abordar el problema de la edad o el problema del atrincheramiento político».

«Creo que los mejores límites de mandato son las elecciones», insistió.

Experiencia vs Juventud, ¿qué pesa más a la hora de votar?

«Yo me inclinaría por un presidente que sepa como dirigir y que tenga experiencia», opinó el cubanoamericano de segunda generación Anthony Núñez, quien afirmó que votaría por Donald Trump si este quedara como candidato. «No importa que sea mayor, yo lo que busco es liderazgo», subrayó Núñez, un conductor de Uber de 39 años de Miami.

Para Celine Smith, una economista residente en Washington, la edad sí influye a la hora de decidir por quien votar, aunque reconoce que «en la hora final, lo que más importará es el candidato» y la afiliación.

«Me gustaría un candidato más joven que Biden, pero si la pelea queda entre Biden y Trump, sin duda sé que escogeré a Biden», aseguró Smith.

Justo al otro lado del espectro, Yalina Acosta, una latina registrada como republicana, aseguró que para ella «el mejor candidato» es el republicano Ron DeSantis, gobernador de Florida y el segundo aspirante más popular entre los votantes de su partido, pero ante la disyuntiva de por quién decidirse, «siempre votaré republicano», afirmó.

«Vivimos en un sistema bastante cerrado. Por ejemplo, si eres un miembro convencido del partido Demócrata, y crees que el presidente Biden es demasiado mayor para ocupar el cargo, pero le gustan sus políticas, y la única alternativa como votante es el presidente Biden, el expresidente Trump o el gobernador DeSantis, es muy probable que apoye al presidente Biden, incluso si cree que es demasiado mayor, porque es más afín con sus políticas», agregó el profesor Paul.

Para confirmar si la edad juega o no un fuerte papel en las urnas, el profesor y candidato a Doctor en la Universidad de Boulder Colorado, Damon Roberts ha sondeado a más de un millar de votantes y hecho varias investigaciones sobre el tema.

Sobre si las personas basan su criterio en si un político es o no más joven, Roberts advirtió que sus estudios sugieren que «hasta ahora, probablemente no».

«Lo que vemos en nuestros datos es que a los votantes parece importarles esto (la edad) y se refleja en sus calificaciones de desempeño de los candidatos, por lo que tienden a ver que los candidatos políticos mayores están haciendo un peor trabajo que sus contrapartes más jóvenes. Sin embargo, una vez que llega el momento de las elecciones, a menudo vemos que otros factores, como el partidismo y las preferencias políticas de ese candidato, comienzan a pesar más que la edad», dijo a la VOA.

Para Roberts, «parte de la preocupación sobre la edad de determinados políticos, como la que estamos viendo con Mitch McConnell y Dianne Feinstein, tiene más que ver con su capacidad para, por ejemplo, llegar físicamente a las votaciones nominales y ser físicamente capaces de estar presentes haciendo su trabajo».

El factor de la edad en la campaña

La edad de los candidatos a las presidenciales de 2024 probablemente no será un factor relevante entre los votantes, de acuerdo con los expertos, pero al parecer sí lo es para algunos de los aspirantes más jóvenes en la carrera por la nominación presidencial republicana.

En la presentación de su campaña, la exembajadora de EE. UU. ante la ONU Nikki Haley (51 años) mencionó el tema y llamó a hacer una prueba de competencia para los aspirantes mayores de 75, entre los que se encuentra su antiguo jefe, el expresidente Donald Trump.

Al mismo tiempo, uno de los grandes protagonistas del primer debate de primarias republicanas, el empresario de 38 años, Vivek Ramaswamy afirmó que era hora de que una nueva generación de políticos tomara las riendas.

Para el profesor Jeremy Paul, si bien atacar a un oponente por su edad quizá sea algo permitido, al final es una movida «imprudente». «Si todo lo que tienes que decir sobre por qué alguien no merece estar en un cargo es que es demasiado mayor, esa es una campaña bastante débil», aseguró Paul, quien dijo que sería mejor enfocarse en si esa persona hace bien su trabajo.

«Tenemos una serie de personas en altos cargos y sé que se ha hablado mucho sobre esto recientemente, debido a que el Senador McConnell se quedó congelado un par de veces en público. Pero sigue siendo cierto que nadie ocupa ninguno de estos cargos si no es elegido. Si la gente que los rodea piensa que ya no funcionan, pueden dejar de apoyarlos», concluyó.

La profesora Jecker, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, insistió en que «algunas personas piensan que es injusto para los jóvenes que las personas mayores sigan ocupando sus puestos de trabajo. Sin embargo, nadie es ‘dueño’ de los puestos de trabajo de los políticos», destacó.

«En época de elecciones, los votantes estadounidenses tendrán que sopesar los beneficios y costos de elegir a políticos de mayor edad. Es beneficioso elegir legisladores experimentados con muchos años de experiencia. También existen riesgos, ya que, como grupo, las personas mayores tienen tasas más altas de enfermedad y discapacidad que otros grupos de edad. Los políticos más jóvenes también traen beneficios y riesgos. Si bien en promedio pueden ser más saludables, tienen menos experiencia», advirtió Jecker.

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