El conocido Centro de Investigaciones PEW acaba de revelar los resultados sobre el efecto del color de la piel de los latinos en la sociedad estadounidense. En marzo de este año, PEW encuestó a 3.375 hispanos adultos, residentes en los Estados Unidos de América. La investigación revela que los latinos ven el color de la piel como un factor que afecta sus vidas y las oportunidades de progreso social y económico. El 62 por ciento de los encuestados coincidió que el tener un color de piel más oscuro afecta negativamente, el desarrollo social en este país. Mientras que el 59 por ciento estuvo de acuerdo que un color de piel más claro (blanco) tiene mejores posibilidades de progreso. Un 57 por ciento asume que el color de la piel hace una diferencia en el diario vivir. Otro 47 por ciento cree que la discriminación por el color de la piel es un serio problema en los Estados Unidos.
PEW identifica este fenómeno discriminatorio como “colorismo”. Esta es una expresión discriminatoria basada en el color de la piel de un grupo étnico particular. El “colorismo” es un problema racial que permea las sociedades humanas. Es una manera de estratificar el color de la piel como proceso que aventaja a los de color de piel más claro (blanco) en asuntos de vivienda, educación, matrimonio, trabajo, etc. Este asunto del colorismo está directamente relacionado al problema del racismo en los EUA y también en todo el mundo, que a su vez ayuda a sustentar la multibillonaria industria del blanqueamiento de la piel y las cirugías cosméticas.
Para reforzar la realidad de este problema discriminatorio dentro de la comunidad latina, PEW les pidió a los participantes que identificaran su color de la piel basado en la escala Yadon-Ostfeld. Esta es una escala del color de la piel que va del 1 al 10, siendo el 1 el color más claro y el 10 el más oscuro. 80 por ciento de ellos se identificaron con los primeros 4 números de la escala, un 14 por ciento se identificó con los números del 5 al 8, solo un 1 por ciento se identificó con el 9 y 10 de la escala, el resto no expresó su preferencia.
Esta información que desglosa la investigación de PEW es el producto del “colorismo” que se experimenta en nuestros países de origen. Yo me crie en un Puerto Rico donde el negro se miraba con desdén y desprecio. Mi padre era un puertorriqueño blanco, pero mi abuela era una puertorriqueña negra. Al tío Pablo, un puertorriqueño negro con una familia negra, quienes conocí cuando tenía cinco años y nunca más los volví a ver.
Lo mismo puede decirse de cualquier país nuestro. Según un informe del Banco Mundial, publicado en el 2018, los negros de América Latina tienen 2.5 más probabilidades de vivir en pobreza crónica que los blancos o mestizos. Además, tienen menos años de escolaridad, mayores índices de desempleo y menos representación en cargos públicos y privados. Ese informe del Banco Mundial atribuye esa situación a un problema de discriminación estructural.
Olivia Gal, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que la discriminación no es solo por el color de la piel, sino también por el origen étnico o la clase social. “El tema en América Latina no solo es la discriminación a las poblaciones afrodescendientes, también a los pueblos indígenas e incluso con personas mestizas. Es una construcción más compleja y no solo de dos polos como en EUA. Aquí las sociedades se conformaron en torno a un ideal modernizante que tendía a querer ser cada vez más occidental y a blanquear a las poblaciones y la cultura.
Además hay una correlación entre color de piel más oscuro, mayores niveles de pobreza y menores niveles de educación”, concluye Olivia Gal.
Aurora Vergara, directora del Centro de Estudios Afrodiaspóricos de la Universidad Icesi, Colombia, afirma que “una de las particularidades del racismo en el país es su negación y normalización. Su equipo realizó una encuesta con 2.000 personas en colegios de Cali, para determinar el Índice de Agresividad en el Lenguaje y medir la escala de racismo. “Encontramos que la mayoría de los estudiantes encuestados habían escuchado en sus casas o familias expresiones como “hay que mejorar la raza”.
Discriminación, colorismo o racismo, son aberraciones contra lo humano. Tenemos que continuar desorientalizándonos y hacernos más humanos y solidarios, pues en todo caso somos mujeres y hombres del mismo tronco, la humanidad es solo una y su colorido racial la engalana. Termino compartiendo la poesía del poeta senegalés, Léopold Sédar Senghor, “Querido hermano blanco / Cuando yo nací, era negro. / Cuando crecí, era negro. Cuando me da el sol, soy negro. / Cuando estoy enfermo, soy negro. / Cuando muera, seré negro. / Y mientras tanto, tú, hombre blanco, / cuando naciste, eras rosado. / Cuando creciste, fuiste blanco. Cuando te da el sol, eres rojo. / Cuando sientes frío, eres azul. / Cuando sientes miedo, eres verde. / Cuando estás enfermo, eres amarillo. / Cuando mueras, serás gris. / Entonces, ¿cuál de nosotros dos es un hombre de color?”.