¿Le “rompieron” el corazón las pasadas navidades?
No está solo. Forma parte de los 35 millones de nuevos solteros con los que, desde finales de 2023 cuenta Estados Unidos –según estudio de Mixbook–.
Aunque el órgano responsable del amor –y del desamor– es el cerebro, la sensación fisiológica reside en el corazón, según precisa Fabio García, investigador del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana.
La idea del corazón como fuente del amor se remonta a varios milenios atrás cuando en Oriente (India, China y Japón) se consideraban los chakras como centros de energía vital universal y, al parecer, el que se encontraría a la altura del corazón, era en el que se manifiesta el amor y la compasión; y por eso el amor es representado con un corazón.
Ahora pasemos a la festividad de San Valentín: en el año 496 d.C., el Papa Gelasio I declaró el 14 de febrero como el día conmemorativo de este santo.
El santo en cuestión fue condenado por el emperador Claudio II, por celebrar en secreto, matrimonios para jóvenes enamorados (desobedeciendo la prohibición del emperador de desposar a los varones solteros, ya que consideraba que los célibes se desempeñaban mejor como soldados).
De esta forma, quedaron para siempre unidos amor, corazón y santo.
Pese a que el italiano Gianni Bella cantase a principios de los ochenta aquello de que “De amor ya no se muere”, esto no es algo que pueda afirmarse tan categóricamente. Está científicamente demostrado que cuando alguien se enamora, el cerebro le indica al corazón que libere sustancias químicas como adrenalina o norepinefrina. Estas sustancias aceleran y pueden causar temblorina, es por eso por lo que los enamorados sienten cómo les palpita rápidamente el corazón tan solo con mirarse. Algo más que taquicardias se desencadenan en los procesos de desamor…
La presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiacas
Lo que tiene peor remedio –o ninguno– es si en ese proceso de duelo ante una ruptura a su corazón le da un patatús y no hay cerca de usted nadie que tenga los conocimientos adecuados que puedan salvar su vida.
Según un nuevo informe de la Asociación Americana del Corazón (“American Heart Association”) más de la mitad de los adultos estadounidenses ignoran que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en el país desde hace 100 años. En 2021, las enfermedades cardíacas junto con los ataques o derrames cerebrales se cobraron más vidas en Estados Unidos que todas las formas de cáncer y enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores juntas, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Alrededor del 48.6% de la población de Estados Unidos padece algún tipo de enfermedad cardiovascular (ECV), incluidas las cardiopatías coronarias, la insuficiencia cardíaca, los ataques o derrames cerebrales y, sobre todo, la hipertensión arterial (algo que según datos de 2024 ignoraban el 38% de los estadounidenses que la padecen y que a su vez sufrían un 46.7% de los adultos del país).
En los últimos 10 años, la tasa de mortalidad ajustada a la edad por presión arterial alta aumentó un 65.6% y el número real de muertes aumentó un 91.2%.
La buena noticia es que, con el tratamiento adecuado, la presión arterial puede controlarse y reducirse notablemente el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo
¿Recuerdan el glamur que desprendían actores y actrices al encenderse un cigarrillo en las películas de los años cuarenta y cincuenta mientras esperaban a su respectivo amor? Pues mejor, espere a su enamorado de otra forma.
Desde 1950 se ha venido produciendo un descenso en los padecimientos cardíacos en la población de los Estados Unidos. Según señala el doctor Joseph C. Wu, presidente de la American Heart Association, se debe en gran medida a la reducción del consumo de cigarrillos entre adultos estadounidenses fumadores.
Los pronósticos no son muy halagüeños
Según datos de la actualización estadística de la Asociación Americana del Corazón para 2024, cada treinta y cuatro segundos morirá una persona de ECV en Estados Unidos y cada 40 segundos una persona sufrirá un ataque al corazón en el país.
La doctora Latha P. Palaniappan, catedrática de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California señala que “las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte no solo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo”.
PARA REDUCIR LOS RIESGOS DE ECV
La preparación con conocimientos adecuados es fundamental a la hora de ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
También la educación es vital para mejorar los resultados ante un paro cardíaco.
Según los Objetivos de impacto de la atención cardiovascular de emergencia de la Asociación Americana del Corazón para 2030, obtenidos con el asesoramiento del Comité de Atención Cardiovascular de Emergencia, los planes pretenden duplicar la supervivencia ante un paro cardíaco para 2030.
Para ello es necesario aumentar la tasa de reanimación cardiopulmonar (RCP) de alta calidad por parte de testigos a más del 50% y aumentar la frecuencia del uso de desfibrilación (DEA) para la también llamada parada cardíaca extrahospitalaria, antes de la llegada de los servicios de emergencia, así como la llamada inmediata al 911.
Cabe destacar que los adultos negros o hispanos que sufren un paro cardíaco fuera de un entorno hospitalario tienen muchas menos probabilidades de recibir atención para salvar su vida por parte de un testigo, según recoge R. Angel García en su libro “Diferencias raciales y étnicas en la RCP de testigos presenciales en caso de parada cardíaca”. La Asociación Americana del Corazón está trabajando para cambiar esto al mejorar el acceso a la capacitación en RCP que salva vidas en nuestras comunidades.
SI SUFRE MAL DE AMORES
Quizás estaba pensando reincorporarse en la temporada de San Valentín, al mundo de las citas, o quizás después de lo que ha leído ya no le queden muchas ganas; pero si vive en Pensilvania, podría ser una de las 1,292,695 personas que están pensando volver a tener una cita.
En 2022, la edad media a la que los hombres en Estados Unidos se casaron por primera vez era de treinta y un años, mientras que la de las mujeres era de veintinueve. Aunque usted pueda pertenecer al 34% que nunca se ha casado, no desaproveche San Valentín para obsequiar a otro –o a sí mismo– con alguno de los artículos que podrá encontrar en las 19,000 joyerías, 12.000 floristerías, 3,000 tiendas de dulces, o de las 1,000 fábricas de chocolate, a lo largo del país, y de las cuales 113 están en Pensilvania.
Al fin y al cabo, el cerebro es el que manda en el corazón y si las emociones que recibe al regalar o regalarse son buenas, la salud de su corazón y la economía del país se lo agradecerán.